jueves, 29 de diciembre de 2016

Adios 2016, Bienvenido 2017


FICHA TECNICA
 Fecha:   dd/mm/aaaa 
 Distancia:   X km  
 Desnivel positivo:   X m  
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   XhYm 
Se nos marcha 2016. Un año extraño. Un año de sacudidas, triste para muchos y extraño para la mayoría. El año del singobierno, de los extraños tumbos de una sociedad que asiste a lo que Antonio Gramsci previó como "lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no termina de morir". A los andarines de monte cercano y almuerzo espléndido que poblamos la diezmada comuna cenefa, nos ha pillado también con el pie cambiado o con los cordones sueltos. Aflojamos muchos por el camino, sea varados por problemas familiares, compromisos de trabajo, de pareja, o sencillamente de pereza. Atrás quedan unas pocas caminatas por los senderos de casi siempre, una nueva Santabarbarada y las peregrinaciones a Cosuenda o Calcena, para dar fe de este año. Aún respetamos la tradición señera de visitar la sierra por Nochebuena y ver desde lo alto lo que el horizonte depara, sea Pirineos, sea pueblos del Isuela, sea niebla, sea esperanza.

Tenemos por delante un nuevo año, 2017. Esta vez, ni tan siquiera hicimos el conjuro habitual, al abrigo de algún orujo o similar, para señalar objetivos y celebrar muescas. Llega eso sí, tiempos de algún proyecto nuevo: marcar las rutas de nuestro pueblo, proyecto en el que tanto empeño han puesto algunos de los nuestros y que por fin parece tener visos de realidad.

Por esos caminos nos encontraremos este nuevo año. No más viejos, ni más curtidos, ni más enredados de lo que ya estamos. O somos. Solo más rodados, lo suficiente para apreciar y apurar ese frío de primera hora de una soleada mañana de invierno, el aire nuevo de una primavera explosiva de fragancias, el calor aletargado de una madrugada sin estrenar en un nuevo verano o los mutantes colores de un otoño turbador. Todos ellos a las orillas de caminos que nos están esperando. En Algairén, en Vicor, en La Virgen, en Guara... A todos. Feliz 2017.
Y recordad "si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos camina en compañia".

PD. Las dos últimas etapas en Algairén y la Sierra el día de Nochebuena han sumado 20 km más a los escasos de este año.

Fotos de la salida

domingo, 13 de noviembre de 2016

A PURUJOSA


FICHA TECNICA
 Fecha:   12/11/2016 
 Distancia:   38,7 km  
 Desnivel positivo:   1200 m  
 Dificultad:   calcetinada gorda
 Tiempo Invertido:   más de 10 horas



Sucede que en esta languidez en la que estamos sumidos los cenefos desde hace muchos meses, resurge algún brote. Así fue este sábado pasado, 12 de noviembre, San Margarito Flores. Movidos en este caso por la costumbre ciclista de arribar a Calcena a darse un homenaje, y por su cortesía de invitar a los que vamos quedando con tiempo o ganas de andar, se preparó una andada desde Illueca hasta Purujosa. Hermana de la del 2013, donde hubo algún amago de pérdida. Como siempre hubo cruces de mensajes para al final quedar en Zaragoza dispuesto a ir, Rafa, Paco y los luises.
Salimos para allá a eso de las 5.50 para encontrarnos en Illueca con el resto de la tropa: Juan Carlos, Javi, el temible Miguel y Paco. Esta vez, debemos confesar que la salida fue más fácil porque Marisa nos llevó a cota 860 y allí, tras la fotografía de rigor y sin que hubiera amanecido del todo, partimos a eso de las 7h. Es la primera parte una zona suave que nos lleva a la senda del refugio. Esa senda, sí que ya se nota, y hace que empiece a sobrar algo de la ropa que llevamos. En todo caso, nada que con calma no se pueda hacer fácilmente. Alojados ya un poco por encima de los 1000, comenzamos la andada por una pista que recorre la sierra de la virgen por la cara que da a Illueca, Jarque, Gotor y demás pueblos del Aranda. Zona de pino no densamente poblada y con una buenas vistas en una mañana soleada aunque algo fría.
Así, vamos avanzando entre risas y conversaciones varias, algunas de ellas sobre la picantona política que nos envuelve. Son estos debates encendidos, y sin que falte algún pique. Afortunadamente, por encima de todo está la amistad y el respeto mutuo, porque todo cabe, si es argumentado. Que así debería ser siempre. Con esta cháchara, llegamos poco más allá de la Peña del Hombre, zona en la que la niebla comenzaba a echarse e hizo que el frío nos atenazase. Hubo que abrigarse y apretar el paso para buscar un recodo donde poder almorzar.
Ya comenzaba a verse el santuario de la Virgen de la Sierra, cuando se despejó la neblina y volvió el sol, para calentar algo la marcha. Así, en la primera zona sin aire, dimos por interrumpida la marcha y nos sentamos en medio del camino para dar cuenta del almuerzo, allá por el collado de la cruz de piedra. Como siempre, en esta parte se igualan las fuerzas, ya no destaca tanto Miguel, y a todos el vino, el embutido, queso, etc. nos reconforta. Y eso que nos moderamos. Con todo, la salida hacia la ermita se hace dura. Se deja constancia que Miguel, hizo la serie de subida a la ermita con prestancia y premura, por supuesto liderando el grupo.

Desde arriba, en una mañana despejada, hay una excelente vista, que aprovechamos a disfrutar, mientras vamos emprendiendo el descenso hacia una senda preciosa entre carrascas, por la zona del barranco de Valdehinoceja. Es un descenso prolongado y exigente, que sin duda es de lo más bonito del día en cuanto a paisaje. Llegados a la venta de Aranda, ahora cerrada, hay que cruzar el puente y buscar una subida a la derecha de la carretera, para atravesando unos campos yermos, cruzar una acequia y parar finalmente en la carretera que conduce al pantano. En un círculo ad hoc, Paco A. Javi y Rafa debaten y deciden tomar unas jarritas reponedoras de sales en el chiringuito cercano al pantano. Se aprueba por mayoría, o casi, la propuesta.
Tras la agradecida parada, retomamos la ruta, variando nuestros planes iniciales que pasaban por aprovechar el merendero para comer a cubierto. Sin embargo, no hacía ni dos horas que habíamos comido, era pronto y decidimos continuar hasta coronar el monte que nos separa del valle donde se localiza Purujosa. Mejor, porque el merendero estaba vallado. La subida eso sí se hace larga para algunos. Son varios kilómetros de subida continua, aunque sin escesivo desnivel. Ni que decir tiene que Miguel y Paco hacen la serie correspondiente y de nuevo dejamos constancia de que Miguel coronó el primero y nos esperó a todos gentímente para darnos la bienvenida a la cima, cerca del alto del Marojal, a eso de las 14 h. En esa zona, se improvisa mesa y se da cuenta de la una excelente comida.
De allí, todo es descenso, de nuevo con unas preciosas vistas, y ya distinguiendo la antena en lo alto del monte en cuya falda, y en la parte contraria, se sitúa Purujosa. Lejos todavía. Sin sol, pero entrenidos en conversación animada, vamos bajando con Juan Carlos y Luis I en cabeza, maquinando cuál será la ruta más sencilla para llegar a Purujosa antes de anochecer. Cuando llegamos al cruce de caminos del barranco del Palancar, observamos una señal de batida de caza mayor. Señal, como mínimo confusa, porque está puesta de forma tal que parece avisar a los que suben hacia la sierra, no hacia quienes deciden tomar el camino hacia abajo como es nuestro caso. En todo caso, es lo que supone compartir el monte. Precaución y cautela.
Llegados al siguiente cruce de caminos, decidimos seguir descendiendo, tomando el camino de la derecha y dejando el mando de operaciones a Luis I. Enseguida tomamos una pista a la izquierda que nos debe llevar a Purujosa. Es por allí cuando Rafa avisa de que sus neumáticos van justos, a la par que la gasolina. Pero seguimos hasta cruzarnos con unos cazadores al que consultamos el camino. Hay que cruzar un barranco para empalmar con el GR siguiendo los postes de electricidad. Esta ruta ya nos lleva a la que hicimos el año pasado, y en efecto, hay que reconocer que se ahorra algún kilómetro. Eso sí, no hay rebollones.
Y poco más. Cumplimos con la llegada a eso de las 17.20, antes de anochecer y después de pasar un buen día de monte. Dimos cuenta, algunos, de unas pocas cervezas. Pocas, porque entre los que tenían que conducir y los que no podían, la cosa se abrevió enseguida. Taxi, recoger coche y para Zaragoza. No todos, que algunos zarandearían Purujosa. Hasta la siguiente.


Fotos de la salida

domingo, 28 de agosto de 2016

El otoño cenefo


FICHA TECNICA
 Fecha:  21/08/2016
 Distancia:   11.7 km  
 Desnivel positivo:   1000 m  
 Dificultad:  Medio inflón 
 Tiempo Invertido:   3h 30m 


Cuando se despide san roquico queda invadido el pueblo de una extraña melancolía que va más allá del súbito silencio que acompaña cada cuarto de hora a las campanas. Cae un diente más de ese engranaje que nos envuelve a cada uno de nosotros. Hace poco para los cenefos esa vuelta se celebraba con una subida al Moncayo, donde reponíamos fuerzas para afrontar un nuevo otoño. Ahora, afortunadamente, el mestizaje, la necesaria y reconfortante hibridación mantiene viva la tradición y nos permite seguir disfrutando de buenos momentos de monte.
Así fue el pasado 21 de agosto. Se selló la víspera de fiestas, entre cervezas y travestismo, que Paco A., Chema, Miguel y los luises afilarían cuchillos para embocar una vez más el Moncayo. Con las dudas de cuándo pasó la semana, intentando sumar más voluntades, pero andamos o sobrados de compromisos o escasos de ánimo. Sea lo que fuere, al final nos subimos al coche de Paco, cinco (4 boinas y un cronista) más Matucán a eso de las 6 de la mañana para ir a La Cueva de Agreda.
Después de un viaje animado, llegamos a eso de las 7.20, ya amanecidos y con un frío que amenazaba que en la cumbre, si el cierzo despertaba, podía ser de órdago para lo que acostumbra en agosto. Aunque el avispero ya estaba revuelto, hubo alguno que le dijo a nuestro campeón, algo capado por el sueño (menos mal), que algún agente de la competencia subía en 90 minutos. En fin, se lo que fuera, salimos al trote para arriba. Algún inocente pensó que sería pasajero, pero pasando los kilómetros con un el resuello justo, se constató que aquello iba en serio. Algunos subieron como alma que lleva el diablo y alguno reptó como pudo la barrancada. Tómese como referencia que todos los años afrontamos el barranco con el sol coronando el collado. Esta vez llegamos arriba y empezar a asomar. Pero se subió, todo hay que decirlo, aunque… ¡qué mal se pasa cuando se pasa mal!. Los primeros alrededor de 90 minutos, los últimos en 18 minutos más. Matucán de los primeros.
A las 9.30 ya habíamos descansado, hecho la foto de rigor, y estábamos en condiciones de bajar a por el almuerzo. Por cierto, que del cierzo que preveíamos, nada de nada. Un día excepcional, con una cumbre despejada, si viento y con una buena temperatura, sin agobios.
La bajada también se las trajo, aunque aquí el resuello ya no fallaba tanto. En poco, llegamos al coche, y nos fuimos a la fuente de Beratón a dar cuenta de un excelente almuerzo: tomates de primera, sardinas rancias y varias viandas más. Bien servidos, coche y al Casino, y al Zepe y a la Plaza… a reponer que el otoño aguarda.


Fotos de la salida

sábado, 6 de agosto de 2016

SANTABARBARADA 2016


FICHA TECNICA
 Fecha:   16/07/2016 
 Distancia:   60.97 km  
 Desnivel positivo:   X m  
 Dificultad:   Calcetinada-Inflón 
 Tiempo Invertido:   11h37m (en movimiento)


Los años pares alumbran mundiales u olimpiadas. Para la tribu cenefa conlleva el compromiso de unir la basílica del Pilar con la no menos monumental ermita, residuo de lo que fue castillo del pasado islámico de Morata. La del Jalón, río orgulloso, todavía no demasiado herido en el paso al trote con el que bendice el pueblo. Por la dedicación de la ermita a Santa Bárbara, apodamos santabarbarada a una andada nocturna en noche de verano, con luna más bien próxima a llena, que une la macrovilla con nuestro noble pueblo. En esta ocasión éramos nueve los que nos animamos a pasar la noche, más Roberto que se ofreció a llevar nuestra salvadora furgoneta “Los Bonis”, resucitada para la causa y más bienvenida que nunca.
Por una vez salimos todos desde Morata, previa reunión en El Togi, la mitad en la furgo y la otra mitad en tren para acudir a al punto de encuentro en la plaza del Pilar. Como es costumbre tiramos alguna que otra foto conmemorativa, compramos la tradicional cinta milagrosa y arreamos para Valdefierro donde este año comenzaba la andada para evitar al máximo el asfalto zaragozano. Eran las 21.40h cuando, tras aprovisionarnos de las últimas necesidades, comenzamos a andar. Curro inmortalizó el momento. La noche no estaba excesivamente cálida, más bien agradable para una larga andada como la que se avecinaba. El ritmo inicial, más bien duro, venía marcado por las dos liebres del grupo, Ángel y Miguel. El resto, a nuestro ritmo seguíamos su estela. Se estrenaba en grupo grande Paco G., nuestro nuevo cenefo perfectamente acoplado al ritmo y cháchara que la noche marcaba.
El ritmo era importante, y a 22.45h, después de 6.15km llegamos a Plaza y su McDonalds, donde nos esperaba nuestra rumbosa furgo. Todavía estábamos más que frescos, con lo que tras 10 minutos de reparación de agua y algún que otro fruto seco, nos dirigimos al polígono de La Muela, ya tomando la parte izquierda de la carretera. Suele ser ya esta una parte en la que comienza a pesar la noche. Con todo, pasamos el desierto que dedicamos a la burbuja inmobiliaria en esta parte de Aragón, con algo menos de ritmo y notando un poco el ligero frescor de la noche. Llegamos en breve a una rotonda, que será para siempre conocida por el affaire que unió a algún cenefo con la furgo Los Bonis. Todavía resonaban las risas cuando llegamos. Primeros los andarines, luego la furgoneta y finalmente la Guardia Civil, que tras revisar lo absurdo, y pacífico, del panorama, siguió su camino. Eran las 0.25h del ya domingo 17 y llevábamos 14.7 km por entonces.
El siguiente tramo era el primero con cuesta para llegar a La Muela. Camino de polvo, bastante erosionado y empinado en su parte final. Enseguida se llega al pinar, zona de urbanización y perros (muchos) y finalmente a la gasolinera de la parte izquierda donde estaba prevista la cena. Eran las 1.20 de la madrugada, cuando llegamos (después de 18.4 km). Una vez asentados, dimos cuenta de una cena a base de carne y pescado, como suele ser habitual, adornado del vino que las botas de Luis y Paco A. nos proporcionaba. Es esta la parada más larga y esperada, quizás por eso hace más dura la vuelta al camino a eso de las 2.15h y por la parte izquierda de la carretera de nuevo. Esto último llevó su polémica, con Luis en su cruzada por saber qué ruta es más corta en el trayecto hasta El Sabinar. A la vista de lo andado parece que la razón le acompañaba. Es este trayecto lo más duro de la noche. No por el terreno, sino porque el sueño algo aprieta, y después de la reparadora cena se hace difícil andar sin más consuelo que el zigzageo de la luna que nos va contando Luis. Como además la furgo nos esperaba más allá de El Sabinar, tenemos que recorrer del tirón más de 14 km, con Miguel, Ángel y Paco G. tirando del grupo. Atrás, hasta Paco A. empieza a sentir la noche. Las conversaciones son cada vez menores o inexistentes y solo la silueta salvadora de Los Bonis nos saca de la pequeña depresión en la que entramos. Con ella, en el kilómetro 32.1 km topamos a eso de las 4.50h de la madrugada. Y a punto estuvimos de asistir a un momento histórico sino llega a ser por el orgullo y un gel milagroso.
Repuestos todos, sin ninguna baja, volvemos a las andadas a las 5.10, incluso con Javi que se había tomado un descanso para no forzar el tobillo. Y a partir de entonces, la furgoneta ya nos acompaña todo el rato con lo que los descansos son más frecuentes; cada 4 km aproximadamente. Entramos en la zona interminable de llanos que nos tiene que llevar a La Almunia, y ya, como el sol, nos vamos animando poco a poco. Iniciamos además conversaciones y polémicas: política y toros incluidos. Son los momentos gloriosos en los que Rafa se viene arriba y permiten que los kilómetros caigan casi sin enterarnos hasta llegar al Parque de Bomberos de La Almunia a las 8.40 de la mañana. Registramos allí una baja, la de Paco G. con unas ampollas que le impiden seguir. Los demás salimos a las 8.50 para llegar a la carretera vieja, al pie del puerto de La Perdiz a eso de las 9.50 h. Era el momento cumbre, porque nos faltaba lo más duro. Las fuerzas ya van más justas y gracias a Paco G. conseguimos recuperar y estirar algo los músculos. Reponemos y a las 10.05 salimos hacia arriba. Bueno… salimos todos, menos Miguel y Ángel que volaron. Vamos a homenajear a Miguel que coronó con suficiencia. Los demás vamos llegando en goteo para completar en unos 30 minutos una dura subida.
Nos queda la bajada donde Rafa empieza a sentir bastantes molestias en los pies. Despacio vamos bajando por la senda Jabacín hasta llegar al pozo del agua. Nos queda ya una pequeña subida y Morata. No vamos a relatar el sprint que pone la guinda al último puerto del día, pero solo diremos que Miguel pecó de confianza. Con esa última anécdota y después de casi 14 horas de viaje llegamos al albergue, para tomar el último trago antes de tirar para Santa Bárbara y brindar porque una vez más la salud nos ha permitido desandar el camino que tantos hemos tenido que emprender. Con una foto, jugándonos el móvil, concluimos la marcha.
Después ducha, cervecitas, paella, buen vino y mucho sueño. Tanto que este año, después de comer nos rendimos, prometiendo que la próxima será en viernes para poder darnos el homenaje un sábado noche, después de la correspondiente siesta. Hasta entonces compañeros.




Fotos de la salida

miércoles, 20 de julio de 2016

Sendantonio 2016


FICHA TECNICA
 Fecha:   11/06/2016 
 Distancia:   13,8 km  
 Desnivel positivo:   432 m  
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   5h37m 
Con motivo de la festividad de San Antonio, en junio, nuestros amigos de Nigüella realizan una andada popular por los alrededores de la localidad y luego juntos celebran una comida de hermandad en el parque al lado del río.

A las ocho nos reunímos casi 40 andarines para cumplir con la ya tradición en Nigüella.

En la plaza del pueblo hay algunas pastas por si alguno no ha desayudano y alguna vaso de moscatel anima a más de uno.

Recogida de dorsales y salimos prestos hacía la zona denomianda Panchán. Aquí Carlos, estupendo guía de la marcha, nos indica que podemos hacer la subida agreste que propone o para los menos atrevidos pueden tomar un camino que les conducirá a un punto de encuentro común.

La mayoría ascendemos por la casi inexistente senda entre romeros y aliagas. Hay que llevar cuidado pues la senda es salvaje y empinada aunque como tampoco es muy larga enseguida obtenemos el premio de unas magníficas vistas desde el llamado cabezo de Matavacas.

Foto de grupo y de nuevo continuamos con la marcha. Descendemos ahora el cabezo para encontrarnos con los que habían ido por el camino. De nuevo aquí una alternativa fácil y una difícil. Los que continuamos por la difícil, hemos de ascender otra vez para alcanzar el camino que nos conducirá en breve hacia la zona de Valdivinas.

Desde esta zona y descendiendo por el barranco de Valdepozos, ya lo nombramos en una andada anterior, alcanzamos el rio Aranda y esta vez en lugar de cruzarlo elegimos usar el paso que los de Brea llaman "La Pasada Mala", imaginaros como es.

En este paso si que hay que poner los cinco sentidos en la marcha para no dar con los huesos en un zarzal o en el rio.

Salvado el rio, llegamos a donde tendríamos que almorzar. La organización no deja de sorprendernos y esta vez nos obsequió con el montaje de una tienda mimetizada que hacía de efectivo parasol mientras se degustaban las migas que con tanto mimo había preparado el tio Carlos.

Con migas, huevos fritos, tocino blanco y otras delicatessen concluimos un copioso almuerzo que nos iba metiendo la pereza en el cuerpo, pero todavía nos quedaba una hora y pico de recorrido asi que era hora de mover los pies un poco más.

Lástima que nuestro organizador de lujo y Cenefo, Carlos, se encontrase indispuesto a estas alturas de la marcha, pues a todos nos dejó un poquito preocupados su prematura retirada. Esperemos que se recupere pronto.

Con buen ritmo alcanzamos el parque de Nigüella, meta de esta curiosa marcha. Allí, saciamos nuestra sed con cerveza fresca y así fuimos haciendo tiempo hasta la hora de la comida.

En total más de cien personas, contando con los andarines, se apuntaron a la comida a base de buffet libre de ensaldas y codillo con patatas. Una buena comida para terminar este peculiar y agradable día preparado por los siempre soprendentes vecinos de Nigüella.

¡¡Amigos!!!, Nos vemos en el próximo Sendantonio.

 


Fotos de la salida

Maestro Zapatero 2016




FICHA TECNICA
 Fecha:   28/05/2016 
 Distancia:   28,76 km  
 Desnivel positivo:   769 m  
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   5h30m 
Un año más los Cenefos acudimos a la llamada de nuestros amigos de Brea y nos unimos a esta gran fiesta del senderismo que se llama Maestro Zapatero.

De nuevo nuestra enhorabuena a la organización pues se superan año tras año y probablemente sea la marcha senderista mejor organizada de todo Aragón.

De mañana junto con la recogida de dorsales nos espera el surtido desayuno del cual casi uno no puede disfrutar pues los saludos y choques de manos quitan casi todo el tiempo. Pero, aun queda tiempo para dejar el cuerpo preparado para comenzar el día.

A las ocho con puntualidad británica comienza la marcha con el correspondiente cohete anunciador.

Esta vez cuatro Cenefos: Carlos, Angel, Raúl y un servidor se unen a los alrededor de 600 andarines que van a disfrutar de esta agradable mañana de mayo.

Las primeras rampas por el estrecho sendero se le atragantan a más de uno, pero paso a paso ascendemos hasta el collado que emboca al camino que faldeando la Lezna nos conduce al primer avituallamiento.

Angel ya hace tiempo que nos ha abandonado, pues su excelente forma física le lleva a un ritmo imposible para algunos.

Repuestas la fuerzas, continuamos por camino y llegamos a Mesones donde nos espera el avituallamiento sito en el propio castillo del municipio.

Disfrutado del castillo y del avituallimiento, nos acercamos por la GR-90 a la localidad de Nigüella donde se encuentra el avituallamiento en el cual se distribuye el almuerzo.

Bocadillos de jamón con tomate y vino para regar bien las viandas, como está mandado.

Terminado el no frugal almuerzo se hace pesado el arrancar, pero nos queda todavía casi media etapa así que sin más dilación comenzamos la marcha.

La primera cuesta saliendo de Nigüella se hace larga, el calor ya comienza a pesar sobre nuestras cabezas.

Rematada la subida ya no tendremos ninguna otra dificultad y lo suyo es andar a buen ritmo por el camino que en poco más de una hora nos conduce al avitullamiento del Gollizno.

Allí, un serpentín escupe cerveza sin parar para los sedientos, y no sedientos, andarines. Se agradece el refresco a estas horas en las que aprieta un sol de justicia y los kilómetros acumulados nos han hecho sudar de lo lindo.

Repuestas las correspondientes sales minerales, continuamos camino hasta Brea donde terminada la marcha nos deleitamos con un exquisito vermú compuesto de salmueras, cortezas y pulpo.

Después del vermú nos dirigimos al pabellón donde se nos servirá la comida y se realizará la afamada rifa del Maestro Zapatero, nervios y emoción y pocos premios para los Cenefos. Otra vez será.

De nuevo nuestra enhorabuena a la organización y nos vemos el año que viene.





Fotos de la salida