domingo, 27 de mayo de 2012

Unos maestros estos de Brea


Fecha: 26 de mayo de 2012
kilómetros: 23 (contados con el podómetro de Boni, y corroborados por organización).

Si alguno no sabe por qué la andada MAESTRO ZAPATERO de Brea de Aragón fue la mejor andada popular de 2011 (¡y mira que hay andadas en el calendario de la Federación!) le rocomendamos que se apunte un año y disfrute. Una estupenda organización, un mejor ambiente, buenos avituallamientos, una sensacional comida y sorteo de estupendos regalos para finalizar la fiesta. Y este año hasta era chula la camiseta con que obsequian a los parcipantes, al menos la negra y gris.
Como es un clásico para los cenefos, no pudimos faltar tampoco este año. Allá nos fuimos Fernando y Luis desde Zaragoza, recogiendo por el camino a Ángel. Llegamos sobre las 7.45, y en el mismo aparcamiento coincidimos con los otros cenefos de la sección Nigüella, Miguel y Carlos, que este año iban acompañados de un cenefito bravo como Jorge. Un auténtico campeón que resistió toda la andada.
Tras recoger documentación, desayunamos algo y saludamos a los múltiples amigos que por allí rondaban como José Miguel y por supuesto los de la PC, con Paco a la cabeza, y a Juan Carlos que estaba en labores de organización. Colocados tras la cinta de salida, a las 8 con el cohete anunciador, salimos todos hacia Mesones. Ya sabemos que la parte inicial es una cuesta pronunciada que hay que tomar con tranquilidad. Ángel y Fernando (bastante mermado por un catarrazo tremendo que derivo en algo de fiebre por la tarde) salieron como almas que lleva el diablo, ritmo que solo pudo aguantar Paco. Ni que decir tiene que Luis quedó más bien atras, aunque a final de cuesta, allá estábamos todos juntos de nuevo para rematar la andada. El día era duro en lo metereológico y ya de buena mañana la temperatura era bastante alta, pero al menos soplaba de cuando en cuando un remediaflojos que aliviaba la solana. En los avituallamientos, abundante agua y algo de fruta para aguantar bien .
Quizás lo más bonito de la andada sea la bajada a Mesones de Isuela. No es generoso el paisaje en estas sierras sobrias, pero la visión de fondo del impresionante castillo de Mesones, compensa todo lo demás. Merece la pena subir, y por supuesto, quienes no lo conozcan, conviene que se recreen un poco de tanto lujo, quizás poco aprovechado.
La siguiente parada es Nigüella. En el camino llamamos a Miguel, que andaba atajando para aliviarle algo a Jorge la andada, así que este año no pudimos hacer pleno en el bar de su pueblo como acostumbramos. Al menos los que quedamos, pudimos disfrutar de unas reparadoras cervezas, antes de bajar al parque y dar cuenta de los bocadillos de pan con tomate: deliciosos. Por desgracia, también comprobamos que nuestro monolito conmemorativo de los 1000 km había desaparecido. Bueno, quizás sea un signo divino anunciador de que toca celebrar los 2000, que muy cerca estaremos (a ver si alguien actualiza el cuentakilómetros).
Como el año pasado, la vuelta a Brea, se hace por el camino que hay nada más cruzar el río a la derecha. Toca subir, aunque es una cuesta tendida fácíl de hacer. Coronada, ya lo que queda es cuesta abajo casi hasta el Gollizno, donde nos espera la tradicional cervecita. La imagen del día nos llega en esta parada, cuando Fernando pasa por la ambulancia para que le curen una rozadura  que lleva en el talón (pero salvaje, estilo Rafa en el Pirineo). En fin... peaje de zapatillas nuevas que Fernando ha prometido domar martillo en mano. Eso sí, no hubo retirada.

Lo demás es seguir el curso del río hasta Brea, dar cuenta de unas jarritas y disfrutar de la comida. Lo dicho: fenomenal.

Queda la propuesta del Tozal que puede cuajar para el 9 de junio, ya que parece que no quedan muchos fines de semana para elegir. También nos ha informado Paco de la próxima andada que están organizando por Illueca para ese mismo fin de semana. Habrá que organizarnos y seleccionar.

Además os recordamos que este año nos conjuramos para hacer la andada Plaza del Pilar-Ermita de Santa Bárbara. Convendría ir pensando cómo y cuándo. Parece que finales de Junio, antes de que el calor cause estragos puede ser una buena fecha. A ver si conseguimos tener un pleno para entonces. Sería nocturna para poder llegar a Morata antes de que apriete el calor.

domingo, 6 de mayo de 2012

Sarsa en el reino de los mallos

Aunque el primitivo objetivo de la jornada era el Tozal de Guara, la nieve caída los últimos días hizo que cambiáramos el recorrido por una ruta dentro del paraje natural de los Mallos de Riglos.
Comenzaba la mañana despertándonos con el hurto de una hora de sueño, que nos regaló el cambio horario con la llegada de la primavera. Así a las 7:15 de la mañana desde Valdespartera y en la furgoneta de Raúl, saliamos camino de Sarsamarcuello, además del conductor Miguel, Fernando y el que les narra esta aventura.
A las 9 habíamos quedado con Violeta, Ester, Alberto y Santi, amigos de Raul, que nos harían de cicerones en la andada. Como íbamos bien de tiempo decidimos hacer un cafecito en Ayerbe, llegando sobre las 9 a Sarsamarcuello.

Sobre las 9:30, salíamos en dirección a la Peña del Sol. En la parte alta de la población de Sarsamarcuello (760 m.) existe una fuente y merendero, en este lugar está instalado un panel con el itinerario y otras indicaciones. El sendero está balizado en todo su trazado con las marcas de PR. La dura ascensión, con 525 metros de desnivel, que nos iba regalando bellas panoramicas, entre bosquetes de pino de repoblación, y más tarde con quejigos, encinas, aliaga y erizón. En la cima (1.286 m.), espectaculares vistas de la Bal d'Ayerbe, el Gállego medio y la Hoya de Huesca hacia el Sur, y de las Sierras de Santo Domingo y San Juan de la Peña, así como parte de Pirineo hacia el norte.

Allí decidimos dar buena cuenta del almuerzo a base de pan del día, embutidos varios y laterío, regado con vino de dos botas y culminado con té de roca al anís y miel, bizcochos y whisky en petaca.... vamos,  ¡¡Para ya no seguir andando!!

Con el deber Cenefo cumplido de dar buena cuenta de un copioso almuerzo compartido, usamos un cortafuegos como improvisado camino y descendenos a una velocidad vertiginosa, solamente atenuada por algún momento de desorientación Cenefa. Suerte que Santi enseguida nos conduce de nuevo a la buena senda, no sin antes obsequiarnos con un bonito corte a cuchillo que nos hizo temer lo peor; hasta el pobre Filemón, el más pequeñín de los cánidos que nos acompañaba, tuvo que pasar en volandas. 
Ya por el sendero marcado, alcanzamos con nuestra vista el castillo de Marcuello, y descendiendo un poco más, al alcance de nuestra mano queda la ermita de San Miguel. Breve parada para contemplar de cerca la ermita y el castillo antes de tirar hacia la derecha, camino de los diversos miradores que nos deleitarían con sus panorámicas.

La pista forestal nos dirige a la entrada del sendero que corre paralelo a los precipios causados por la incansable y añeja erosión.  Pasamos por varios miradores, a cual más espectacular: Mirador del sendero dels Fils, Mirador de tornillo, Mirador de los buitres y finalmente, La mesa.
Importantes vistas de los majestuosos mallos desde el mirador de los buitres e importante el valor que hay que tener para saltar al mirador de la mesa. Algún Cenefo tuvo que gozar en ojos ajenos de las espectaculares vistas que brindaba el último mirador, fruto del justito nivel de valentía para estos menesteres del ínclito.

Retomando el camino principal, y con la hora del vermú pisandonos los talones, decidimos no dar más rodeos y tirar para Sarsa, que así llaman al pueblo nuestros compañeros, lo más recto y rápido posible.

Con la prisa que un buen vermú suscita, alcanzamos el pueblo sobre las dos y sin muchos titubeos, ¡ZAS!, ya estamos en el bar. ¡Qué olfato tenemos para esto los Cenefos! Con nuestros recién adquirido amigos, refrescamos abundantemente el gaznate, eso si con cierta moderación, para que luego no se diga.

Viendo la situación, alguno penso en llamar a la crónica: "El pozal de Guara" Por la ruta escogida inicialmente y, como adivinará el lector, por la cantidad de líquido consumida en el vermú.

Bromas aparte, magnífico el ambiente de Sarsa y una gente excepcional la que generosamente nos dedicó unas horas en esta mañana del sábado para mostrarnos las lindezas de su pueblo. En conclusión, una grata excursión que, opinión de un servidor, dejará huella en los anales Cenefos. Gracias en particular a: Alberto (y su inmenso gallo alemán), Ester, Santi y Violeta; estupenda mañana la que nos hicisteis pasar.



P.D.: Como ahora están de moda las PP.DD., yo también quiero añadir la mia. Esta salida se realizó el  domingo 25 de marzo y debía haber realizado la crónica nuestro lider espiritual (C.U.). Sus deberes le han impedido terminar la crónica a su tiempo y aunque tarde, un servidor la ha retomado y rematado, pues no era de justicia dejar una de las mejores salidas que hemos hecho los Cenefos sin su correspondiente crónica.
Espero que la crónica sea del agrado del lector y haber estado a la altura literaria del susodicho C.U (PFman en alguna otra ocasión)..