domingo, 24 de abril de 2016

De Hecho a Aranjuez o El Fiestón Cenefo


FICHA TECNICA
 Fecha:   06/02/2016  
 Distancia:   13,5 km  
 Desnivel positivo:   500 m  
 Dificultad:   El día Fácil, la noche complicada  
 Tiempo Invertido:   4h0m 
Cada vez que nuestro contador da un salto de miles los Cenefos tenemos la costumbre de celebrarlo de una manera especial: celebramos los 1.000km, también celebramos los 2.000 y como no podía ser de otra manera nos encargamos de celebrar los 3.000km como dios manda, con la correspondiente estrella en la camiseta Cenefa y la marcha-fiesta propiamente dicha.
Como dentro de decálogo Cenefo está el de buscar nuevos retos y nuevas experiencias, decidimos esta vez realizar una marcha por el Pirinieo para iniciarnos en la técnica de raquetas de nieve, aunque a la postre tuvimos que dejar las raquetas sin tocar pues este año no ha sido año de nieves, esperamos que si sea de bienes.
Esta vez la logística era mucho más complicada que de costumbre, con lo que nos cuesta generalmente organizar algo este proyecto parecía a priori irrealizable.
Pero si los Cenefos nos ponemos serios no hay objetivo imposible si nos lo proponemos y tras unas cuantas llamadas a alojamientos rurales y unas cuantas decisiones tortuosas, optamos por acercarnos por la zona de Selva de Oza y probar fortuna con la nieve.
Hacía allí salimos el sábado 6 de buena mañana para intentar aprovechar al máximo el día, en el coche de Angel a rebosar: Luises, Raúl, Angel, un servidor, raquetas, mochilas y otros enseres  que aparecerán más adelante en esta crónica.
Llegamos pronto, ni siquiera el albergue donde debíamos pasar la noche estaba abierto así que decidimos comenzar a andar y luego descargaríamos nuestras pertenencias en el albergue.
Sin más dilación pero con algún que otro titubeo encontramos la pista que nos dirigirá por el valle del Aragón Subordán hasta Aguas Tuertas.
La escasez de nieve nos hizo descartar el uso de raquetas de nieve y menos portarlas durante todo el día con la esperanza que en cotas más altas pudiésemos hacer uso de ellas, nos queda esa espinita clavada que tendremos que sacarla en otra ocasión.
Sin raquetas pero con buen ritmo ascendemos por una pista que remonta el río por su margen derecha y poco a poco nuestros dormidos músculos comienzan a funcionar como un reloj.
El madrugón comienza a hacer mella en nuestros estómagos y decidimos hacer un paro en el camino para dar cuenta del obligado almuerzo. Como siempre, bota en mano, compartimos embutidos, pescados, olivas, postre, ...; un almuerzo Cenefo reglamentario.
Cumplido el almuerzo, continuamos por la pista en dirección a Aguas Tuertas. No había nieve, pero si hielo que hacía extremar la precaución para evitar caidas, que no pudo ser del todo.
El rodar por pista es rápido y alcanzamos la parte más alta a eso del medio día. Allí algún cúmulo de nieve nos ayuda a tomar alguna foto sorprendente de alta montaña.
Ante nuestro ojos se abre Aguas Tuertas, un impresionante valle que asciende hasta el ibón de Estanés y que debe su nombre a lo retorcido del rio que culebrea de un lado a otro, para delante y para detrás. Recordamos que tuerto en aragonés significa torcido y amén que el valle da crédito al nombre.
Nos deleitamos con las vistas de altura y bajura, y tras recorrer parcialmente al valle tiramos para abajo para no despistar mucho al día.
La bajada es algo más complicada que la subida pues las grandes placas de hielo dificultan el avance en algunos tramos, así Luis tiene que comprobar en sus huesos la suavidad y dureza del hielo. El susto es morrocotudo y los dolores costales acompañarán a nuestro compañero el resto del día, pero nada grave a la postre pero que le dejaría el cuerpo resentido unos cuantos días más.
De nuevo en el punto de partida, celebramos el final de la marcha brindando con unas cervezas que Raúl había escondido al comenzar en un montón de nieve para que se refrescasen y la verdad es que frescas estaban.
Hemos de ir ahora al albergue para hacer el check-in y dejar todos los bartulos en la habitación. Aprovechamos también para reposar un rato y tomar un refriguerio.
El Albergue, Borda Bisaltico, casi vacío en esta época, es un fenomenal alojamiento para grupos de excusionistas como los Cenefos y en verdad que nos trataron muy bien. Borda Bisaltico, un lugar muy recomendable al que se puede volver si ninguna duda. 
La cercanía a Hecho y Siresa nos anima a pasear por ambas localidades inspecionando los bares y tabernas que en ellas hay, así que la tarde se complica por momentos hasta que se hace la hora de la cena y en el albergue de nuevo damos buena cuenta de una copiosa cena regada por un buen vino y rematada con algún que otro gin tonic.
Algunos marchan a dormir pronto, otros aguantan un poco más y solo un par de ellos no hay manera de echarlos a dormir y entonces es cuando sucede, un gitano venido de Aranjuez aparece en escena y una y otra vez como letanía sus coplas que dicen:
"En el rocío conocí
a un gitano de Aranjuez
que se metió por la nariz
Sierra Nevada.
Chupa de cuero un vacilón
llevaba un radiocasette
40 vatios de Camarón
por la mañana."

Así repetición tras repetición el gitano se fue cansando y agotado durmió a pierna suelta.
El día siguiente amaneció feo: nieve, llovizna, ...; desayunamos tranquilos e intentamos acercarnos hasta Gabardito pero la carretera estaba peligrosa y decidimos abortar cualquier misión por la zona decantándonos por volver a Zaragoza y ya pararíamos por el camino a hacer algo de turismo.
Así fue que en Ayerbe tomamos un estupendo vermú en el Callejón de Beceite y tras visita al pueblo de Ardisa, bonito pueblo, llegamos a Zaragoza pasado el mediodía con el cuerpo cansado pero con la mente tranquila tras haber cumplido nuestro cometido, celebrar los 3000km andados por nuestro club.

Felicidades a todos los Cenefos por esos 3000km y pronto nos vemos con los 4000km.




P.D.: A continuación os pongo un vídeo con la canción original que facilitó parte del título de esta crónica.




Fotos de la salida


domingo, 3 de abril de 2016

CENEFOS 3K


FICHA TECNICA
 Fecha:  03/04/2016 
 Distancia:   14.5 km  
 Desnivel positivo:   aprox. 450 m  
 Dificultad:   Paseo 
 Tiempo Invertido:   4h30m 


Teníamos una cuenta pendiente con los 3000 y por fin Miguel se ocupó de encargar camisetas para celebrarlo. Y había que oficializarlo en el monte. Seleccionamos Alpartir que siempre es un valor seguro para disfrutar de una buena mañana de domingo. En esta ocasión nos acompañaba Paco, que se estrenaba en estas lides.
En Alpartir estábamos a las 8 h dispuestos a salir para La Butrera. Tomando la senda que sale por la parte derecha del río, vamos hacia el camino del río para coger la senda de Ortigas Viejas. Una senda totalmente recomendable, no excesivamente dura, que asciende a la pista que lleva a la Butrera. Vamos a parar a lo que queda de una caseta de donde parte otra senda alternativa a la pista. Es esta la que seguimos para ir ascendiendo progresivamente hasta los límites de Alpartir y Morata. Senda menos espectacular que la de Ortigas Viejas, pero siempre más recomendable que la pista. Se llega finalmente de nuevo a la pista casi en la cima, para en breve subir por la senda de la Butrera, pasando por la Cueva del Tafugo. En la Butrera, disfrutamos de la excelente vista de Algairen y Vicor, incluso del Moncayo, todavía blanco en la cumbre. Como el viento es algo molesto, tiramos para abajo para buscar refugio y almorzar. El descenso, por un bonito pinar, nos lleva a un cruce donde se aprecia el poste que indica el arco de piedra. Es allí donde descansamos un rato y damos cuenta de un buen almuerzo, para no defraudar a Paco, al que prometimos que no solo se andaba.
Una vez finalizado el alumuerzo vamos a visitar el arco de piedra, una curiosidad de la naturaleza que siempre ofrece una excelente foto. De allí de nuevo al punto de almuerzo para tirar para abajo por el camino de la izquierda que lleva a la senda/barranco de Valdelagüe. No la conocíamos la mayoría y realmente es espectacular. De allí, camino del río hacia abajo, tomar la última senda de la izquierda que nos lleva más directo a Alpartir, donde tomamos un pequeño refrigerio con reparto incluido de camisetas. Día redondo.

sábado, 2 de abril de 2016

DE PLANTAS


FICHA TECNICA
 Fecha:   28/03/2016 
 Distancia:  9.8 km  
 Desnivel positivo:   no más de 200 m  
 Dificultad:   Paseo 
 Tiempo Invertido:    3 hors


Teníamos un lunes extra de Semana Santa que se pudo aprovechar para ir de ruta botánica con Paco y Pili. Hizo Paco el llamamiento a esta ruta por el cauce oficial cenefo, pero era mala fecha por lo laboral, así que unido a Luis II, solo fueron tres los que sumaron piernas para recorrer Valluengo, la zona del Convento de San Cristobal y Fontellas. Es esta una zona realmente recomendable, a un tiro de piedra de Morata. Y pese a lo marcado y visitado de la zona, hay todavía sorpresas como se encargó Paco de demostrar, al abrir una nueva ruta en el descenso desde el vértice geodésico de Valluengo. Para el más lego fue un placer recordar en algún caso, o aprender en la mayoría, a reconocer ruda, ontina, dubius, asfódelo…




Tiene Paco que prodigarse más con nosotros y dar más clases de estas (para deleite general, hay tablillas en las que puedes ver características principales de las principales plantas de la zona). Qué con reconocer tomillo, romero y espliego no basta. Así que a ver si nos vuelve de Alemania y patemos más monte, bota incluida. En esto se notó la ausencia de Luis I. Por lo demás, lo dicho, son casi 10 km realmente espectaculares, donde casi te olvidas de la bañera del al lado. Casi.

VALDEMADERA DE PASIÓN


FICHA TECNICA
 Fecha:   25/03/2016
 Distancia:   13.5 km  
 Desnivel positivo:   aprox. 500 m  
 Dificultad:   Pechadica 
 Tiempo Invertido:   unas 4 horas 




Acostumbra la semana de pasión a ser semana andarina. No ha sido esta precisamente un ejemplo, salvo para nuestro coordinador que no ha desaprovechado día. Eso sí, el viernes santo, nos citamos una legión cenefa (hacía tiempo!!!) para ir a Valdemadera desde Tobed. Allí estábamos los luises, Fer, Javi, Fernando Alonso (cuánto tiempo sin venir!!), Miguel, Raúl y Javi, como representantes de Nigüella, este último se nos unía por vez primera, que esperemos sea catalizadora de más. Con algo de retraso, tiramos para Tobed. Llegamos sobre las 8 y enseguida comenzamos la dura y empinada subida inicial que conduce a Valdemadera. Es un terreno exigente, que en frío causa estragos y que queda compensado por la excelente vista de Tobed que tenemos desde arriba. Mejorada con el Moncayo que sirve de telón y que muestra una preciosa boina blanca.
Hecha esa primera y dura subida inicial, ya la senda discurre por la cumbre, sin demasiadas exigencias, aunque con subida constante, teniendo siempre como referencia la hermosa sierra de Algairen con vistas a la Falaguera o el propio Valdemadera que todavía se antoja excesivamente lejano. Con el chino-chano habitual, llegamos a la pista que nos lleva al merendero y la fuente que hay a los pies de Valdemadera. Dejamos allí las botas (de vino) y subimos por el escarpado sendero que nos lleva al coche (lo que queda) aparcado que hay en lo alto de esa zona rocosa y poco accesible. Tuvimos una animada charla elucubrando con posibilidades, concluyendo como más razonable que el coche sea, en realidad, un satélite camuflado y que se trate de basura espacial, visto lo extraño del paraje, sin camino cercano que justifique su presencia, salvo la de la caida del cielo temida por Asterix y sus colegas. Luego nos aclararon, que no. Que fue más bien fruto de un robo y de la existencia de un acceso provisional que hubo cuando se replantó la zona hace ya mucho tiempo. Raúl: ¡quedaba mejor lo de la basura espacial!.
Subir a Valdemadera se hizo. Cada uno a su ritmo pero se hizo. Más rápido fue descender de nuevo al merendero y organizar un almuerzo reglamentario. Con carne y pescado a partes iguales. Y vino con botas, en plural, como manda el código no escrito de "más de tres, dos botas". El descenso ya por pista es menos espectacular que la subida, pero se agradece con el estómago bien servido. Poco que reseñar, salvo que acordamos los que allí nos congregamos que el 16 de julio es una buena fecha para la Santabarbarada de este año. Anótese.

JUST SINGING IN COSUENDA


FICHA TECNICA
 Fecha:   12/03/2016 
 Distancia:   29.4 km  
 Desnivel positivo:   aprox. 850 m  
 Dificultad:   Calcetinada gorda 
 Tiempo Invertido:   7 h 30 min



Cada año tenemos cita obligada en Cosuenda. Incluso cuando no hay invierno, como este año, conviene desperezarse de este tiempo de modorra. Y no se les ha ocurrido mejor manera a los PC que ir saludando a la primavera monte a través, desde Morata hasta la cueva de Silverio. En la cita de este año estábamos casi los de costumbre, recuperando a Miguel tras su paso por boxes, a la hora y lugar de costumbre. También es costumbre comprar pan en nuestros fotógrafos favoritos: Los Pelos. Este año innovamos un poco; o sea compramos pan como siempre, pero nos lo dejamos olvidado en la misma panadería. Pero de eso nos dimos cuenta algo más de 3 horas y casi 14 km más tarde. Una vez hecha la foto de rigor, comprado el pan y, supuestamente, metido en las mochilas, tiramos para adelante.
Es el primer tramo una zona algo fea, tajada por ese pantano de nuestros desamores, hasta que llegamos cerca de la Sardilla para tirar hacia Alpartir. En este primer tramo nos asombra Rafa, que con Miguel, van siempre en cabeza tirando como locos. En el operado se ve normal (los cirujanos no le han cambiado el hándicap por lo que se ve); no tanto en Rafa que no guarda muchas energías para lo que está por venir. Cuando llegamos al cruce que lleva al convento, Carlos decide tirar por la ruta más sencilla (y algo más larga), evitando las primeras cuestas, que esta vez sí, se le atragantan algo (algo mucho) a Rafa.
Es esta zona de subida a las minas, de lo más bonito del recorrido. Monte a través en muchas ocasiones, e incluso de difícil acceso en otras. Merece la pena. Más si al final de tanta subida te espera un almuerzo, que esta vez debemos decir no fue reglamentario. La falta de Luis I y la ausencia de bota cenefa, dejó todo en manos de la única bota que trajo Paco. Y gracias. Si a eso sumamos que solo cogimos una de las cuatro barras que compramos de pan, la cosa se puede entender que no fue lo mismo. Y se notó. En poco almorzamos y pudimos reemprender la marcha hacia el valle de Tiernas. Es una bajada bonita y animada. Ahora ya con los boinas negras algo nerviosos y que enseguida llegaron a la fuente Jordana. No consta si se cansaron de esperar a Javi, Rafa y Luis. Fue tan rápido llegar, hacer la foto de rigor y volver al camino, que ni preguntar se pudo.
El collado del Tío Francisco es siempre la puntilla de esta rurta. Una senda única en esta sierra que conviene tomarse con calma, porque al final hay pechada. Se le atragantó a un Rafa que iba con la rodilla en malas condiciones. Es allí cuando ya todo parece superado, sin pensar que aún queda una bajada larga hasta el Raso de la Cruz, primero, y a Cosuenda después. En dos grupos y con animada charla se hizo este tramo para llegar, los últimos, allá por las 14.30 a la cueva. Es ese un momento mágico. Saludos, besos, reencuentros, cervezas, cervezas, cervezas, carabineros, vino, vino, carabineros, vino, vino, vino, chuletas, chuletas, vino, vino, vino, vino, chuletas, vino, algo de postre, un buen café, mucha y animada conversación y… Cantar. Se ve que Carlos no se desgastó, o quizás
que las italianas (canciones, se entiende) lo trajeron arriba. Y que lo de Rafa en el Collado fue más bien una reserva de fuerzas, porque desde luego si subiera con la misma pasión que canta, Pauner lo tendría crudo. Allí se invirtieron las fuerzas. Quedaba Antonio, que nos deleitó con una jotica en fabla, Chema y Paco, y los demás que hicimos lo que pudimos. Algo ayudaron los bajativos post-café, por supuesto. Pero vamos, que la tarde fluyó como hacía tiempo. Incluso nos arrancamos a bailar, cuando ya la noche amenazaba…
A algunos nos rescató Mariano, que no olvidará el pseudogol de Sergio Gil. A otros, después de pasar por El Casino de Cosuenda los rescataron como pudieron. Incluso alguno perdió lo que no perdió, pero eso es otra historia. Ni pasamos hambre, ni tuvimos sed. Como mucho afonía y ganas de volver a romper el invierno el próximo año de la misma manera y con los mismos compañeros de viaje, o más si pueden ser. Salud.