domingo, 27 de enero de 2013

La ruta del bosque y del fuego... y del barro


FICHA TECNICA
 Fecha:   20/1/2013 
 Distancia:   12,03 km  
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   3h12m 
Para jorearnos un poco del sopor invernal propusimos a última hora visitar la Ruta del Bosque y del Fuego aledaña a Castejón de Valdejasa. Salida a las 8 a.m. con Raúl, Miguel, Fernando y Luis. Llegar al comienzo tiene su miga por la cuasi-carretera que lleva a Castejón. Más, con la lluvia de la noche anterior. Inmersos ya en pinares, comenzamos la ruta por un camino y enseguida nos desviamos para subir a la zona de las antenas que se ven a lo lejos, pero a traves de la senda que lleva a la calzada romana. Zona devastada por el fuego hace unos años y cuyas cicatrices todavía se aprecian. Arriba vamos al mirador de la mula donde un panel explica cómo se inició el fuego y la razón de su virulencia. De allí cogemos un nuevo camino a la izquierda de la carretera y comenzamos a descender por una zona embarrada, que hace difícil la marcha. Hartos de barro, bajo una carrasca damos cuenta de un buen almuerzo: cecina, salchichón, anchoas, coca y vino. REpuestos, retomamos el camino para regresar al coche y completar una etapa escasa, con mucho barro y bastante frío, pero que nos sirve para ir cogiendo algo de forma, a la espera de la etapa que nos prometió Juanjo. 


Fotos de la salida

miércoles, 2 de enero de 2013

Nochevieja Serrana


Hace unos días nos lamentábamos de la falta de actividad en los meses pasados y ahora resurgidos de nuestras propias cenizas, cual ave fénix, nos apuntamos una salida más en menos de dos semanas, ¡¡¡No somos nadie los Cenefos!!!
Efectivamente, como años pasados, a los Cenefos nos apatece celebrar alguno de los días grandes navideños haciendo una etapa clásica entre los senderistas de nuestra localidad, visitar nuestra querida sierra. Elegimos pues subir a la Sierra de Morata el día 31 de diciembre de un agonizante 2012. 
Como la ruta no es ni excesivamente larga ni dura, no madrugamos demasiado, así quedamos a las 8:30 en el horno de pan de "Los Pelos" para hacernos con unas barras de pan recién hecho, del cual daremos buena cuenta a la hora del almuerzo.
La verdad es que tardamos en salir pues en el horno, José ("El Pelos") tenía ganas de chachará y con su inconfundible humor nos narró algún hecho real, o casi, que arrancó carcajadas de unos y otros; daba pena dejar tan amena conversación, más bien monólogo, pero nuestro objetivo nos aguardaba impaciente.
Así a las nueve menos cuarto: Fernando, Raul (del CSI), David (debutante en las huestes Cenefas) y un servidor, salimos a toda prisa por el barranco de la sierra hacia la zona de la perlita.
Como la marcha arranca directamente en cuesta, no da tiempo siquiera a calentar y las primeras cuestas hacen que alguno se arrepienta de haber picado el anzuelo Cenefo. David, novel en estas lides, pasa algún momento de leve apuro.
Llegamos a la bifucación que a la derecha nos llevaría a Valdoña, pero nosotros continuamos rectos, siempre para arriba. 
A poco más de 2 km de la salida, la pista termina y hemos de coger un sendero muy bien conservado. Es de agradecer que alguno se tome la molestia de limpiar de zarzas y malas hierbas del camino, para hacer más placentera la marcha.  Fernando comenta que algún viejo conocido nuestro de la peña ciclista, entre otros, es el artífice del fabuloso estado del sendero. Gracias.
El sendero gana altura muy rápidamente serpenteando entre rocas, zarzales, carrascas y algún cultivo abandonado y enseguida nos planta en todo lo alto del collado previo a la cumbre de la sierra. 
En este punto ocurre lo que nos temíamos, un fuerte aire frio del sur azota nuestras caras y cala en nuestros huesos. El augurado Jomandil hace nuestros pasos torpes y hemos de darnos prisa en llegar a la cumbre donde, con toda seguridad, podremos encontrar un sitio donde estar más resguardados.
Dicho y hecho, recorremos los pocos metros que nos faltan hasta la cumbre y allí buscamos cobijo en la cara norte, disfrutando de una vista espectacular de los Pirineos nevados.
Aparece aquí una bota Cenefa interina que de mano en mano vierte en nuestras bocas un vino fuerte de tonel que calienta nuestros pasmados adentros. Mientras tanto el almuerzo compartido repone las fuerzas consumidas en el ascenso. Mención especial a las viandas traidas por Raul de su reciente viaje por zonas leonesas: cecina, chorizo de vaca y un chorizo picante que nos acercaba al cielo todavía más, y sin movernos del sitio.
Terminado el almuerzo tiramos para abajo pero ahora vamos en dirección al barranco de la Umbría del Águila (o Umbría l'Aila que decimos por aquí). Con Fernandi siempre al frente vamos siguiendo la línea de tablillas de caza que delimitan el término de Morata.
Alcanzamos un camino marcado como senda de pequeño recorrido y descendemos por él sin mayor complicación. Éste nos planta en la carretera de acceso a Morata la cual pasamos por debajo, por el tunel barranquero, y en pocos pasos más llegamos al barranco y luego a nuestro destino final, El Albergue.
En ese momento se nos une Angel ("El Boni") para tomar un frugal vermú y brindar con las últimas jarras Cenefas de este 2012.
¡¡¡ Feliz Año 2013 !!!