domingo, 24 de mayo de 2009

VICORADA 2009

morata_de_jalon_senderismo_4 más fotos... y más
Al final fue. Y el tiempo aguantó lo justo para disfrutar de un hermoso paraje, de ese monte que siempre rompe el horizonte cuando nos desplazamos a Morata, y de unos árboles que no sabemos quién conoció como palo de zurriaga, pero tuvo que ser hace mucho... o no.

Hubo que madrugar y fiarse de Juancho y Rafa que se empecinaron en encontrar el camino correcto antes de llegar a Belmonte de Gracián... 2 minutos después de las 7.30. Ningún problema con la inscripción (algo más con el desayuno, o ayuno según se mire). Y a las 8.15 p'arriba. Salimos a 652 m camino de Viver de Vicort por pista buena para la andada. Aun así es un poco exigente por lo que pronto se dispersa el grupo y cada uno a su ritmo. Sobre las 9.45 coronamos el alto de las Conchas(1050 m) y enseguida llegamos a Viver donde reponemos (ya tuvimos antes un avituallamiento) adecuadamente. No tuvimos tiempo de saludar a nuestra amiga, pero confiamos que no nos lo tenga en cuenta. A las 10.08 salimos para el Pico del Rayo. Es la parte dura de la andada. Tomamos una senda que hay a la entrada del pueblo encima de la pista que lleva al Frasno. El paraje es precioso y el tiempo acompaña salvo un cresteo con viento que se lleva bien. Poco a poco la senda deja de ser senda y el camino se va haciendo. Los primeros síntomas del SNB van apareciendo en Rafa. Cuando vemos el Pico del Rayo, la cosa ya está complicada pero con paciencia vamos llegando arriba. El momento crítico llega a unos metros de la cima: Rafa está en la fase aguda del SNB y rechaza un empujón... grave pero llega (11.45 h, 1427 m). Allí un bocadillo (montadito) algo de fruta, mucho líquido, alguna fotografía y p'abajo. Es la parte fácil, narrador aparte, al que los cenefos no perdonan sus paradas ocasionales a reparar neumáticos. Monte a través (donde comprendemos que hay ciclistas valientes de dos tipos: los que están mal de la olla y los que lo estarán en breve) y finalmente pista que nos va acercando a Sediles. Tanto que cuando en el cruce de los cobardes nos indican el camino que se aleja del pueblo y nos lleva a un precioso valle, hay cenefos que flaquean pero callan... al principio. Bonitas carrascas milenarias de quinientos años o menos, nos explica un señor que las vio como palos de zurriaga (estamos sondeando el mensaje, si lo hubiere) y preciosos olivos (que Fernando no quiere inmortalizar) que no son disfrutados mucho por Yuri y Rafa (presa de nuevo del SNB). Tras el momento cenefo discutidor habitual y el tirón de orgullo llegamos a Sediles a las 14h 16 minutos con 5 horas 15 minutos de andada real (24 km).
Regalitos, cervezas varias y garbanzos con congrio regado con vino de la tierra y, sobre todo, vino cenefo. Un precioso día en un enclave que no hay que perderse.
Calificaciones:
Yuri: inflón-inflón (¿se ha despertado ya?)
Juancho: calcetinada
Luis: calcetinada
Fernando: calcetinada
Rafa: este es el menos evidente. Dijo que paseo (con la falta de oxígeno propia del SNB), luego parece que calcetinada-inflón o quizás inflón... vamos que lo único que sabemos claro es que le sobraron 20 minutos... y le faltó un empujón.
Agradecimientos:
A la organización. Y sobre todo a nuestras chicas (grandes y pequeñas) por su comprensión con nuestra afición.

Previsiones: aprovechamos para lanzar sugerencias. ¿que tal el 12 de junio la marcha nocturna a Zaragoza que organizan Os Andarines?.

domingo, 17 de mayo de 2009

Villanueva de Jalón

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El 40% de los Cenefos, osea Yuri y el abajo-firmante, para quitarnos el mono y prepararnos para la Vicorada, hemos decidido ir a Villanueva en la mañana de hoy...


Salimos a las 10 de la mañana (y sin almuerzo, lo cual constituye una traición cenefa), y nos dirigimos por el camino de la Vega en dirección a Villanueva. Este camino para el que no lo conozca, transcurre paralelo a la via férrea que une Barcelona con Madrid, dejando a su paso campos de frutales (manzanos y peros principalmente), olivos y cereales. Nos hemos cruzado con algún agricultor que venía de regar, lo cual nos ha hecho reflexionar sobre lo duro que es la vida del hombre de campo, que no entiende de domingos ni fiestas de guardar. A los 50 minutos, alcanzamos el final del camino que tras morir en la vía del tren junto a la vieja “casilla” abandonada, nos conduce esta vez por la carretera hacia el pueblo de Villanueva que se erigía silencioso delante de nosotros.
Hacía más de 20 años que no. visitaba sus ruinas y sus vistan enseguida se confrontaron con mis recuerdos, que como siempre hacen engrandecer el tamaño de las casas, de lo que entonces fueron sus calles y sobretodo del viejo campanario que teníamos ante nosotros. Entramos en alguna casa, en la Iglesia, y paseamos con respeto por su cementerio…

Hay veces que el silencio, parece más silencio y esta fue una de ellas. Ese silencio que un susurro en forma de canción salió de mis labios…
Quién te cerrará los ojos, tierra cuando estés callada…
Después, seguimos por un camino señalado como “camino al mirador” que conduce hacía la cima de un montículo donde se erigen vigilantes las ruinas de lo que en otro tiempo fue un castillo feudal, que aunque estaba su acceso acondicionado, la precaución cenefa no nos permitió hacer “cima”.

La vuelta la hicimos por carretera, y en dos horitas estábamos en casa.
Nos vemos en la Vicorada..

Calificación:
Yuri: Paseo
Juanjo: Paseo