Tiempo total: 5 horas 8 minutos
La primavera-otoño que el cambio climático o las tormentas solares nos está regalando esta año nos hacía presagiar un excelente día para la calcenada de 2009. Con este ánimo partimos los cenefos desde Zaragoza a eso de las indecentes 6.15 de la mañana.En dos coches con Juancho, Rafa, Ana, Fernando, Juan Carlos y Luis llegamos a eso de las 7.45, recien amanecido, a Calcena. Bello paraje para aquellos que no lo conozcan en el corazón arandino. ¡Lástima de carretera!. Un poco de cola para conseguir los dorsales, y menos para un chocolate o moscatel mañanero. En la entretenida, avistamos a Miguel y Carlos que han venido desde Nigüella para hacer la marcha con nosotros. Como hay que esperar bastante decidimos comenzar y reagruparnos en San Cristobal. Así que a eso de las 8.35 comenzamos a andar.
El primer tramo es exigente. Dejamos a nuestra espalda Calcena por una senda que comienza cruzando el río por la misma zona de aparcamiento. A la derecha unas paredes blanqueadas por los buitres, y al frente el monte que hay que subir. Prolongada y exigente, pronto se destacan Rafa y Fernando. En cola, Ana va poco a poco mermando fuerzas, así que decidimos dividir un poco más el grupo. Se llega a San Cristobal tras un desnivel de 400 m que hay que tomar con calma para no desgastarse. Allá nos esperan unos bocadillos de longaniza y panceta que resucitan al más pintado. Tras una espera aparece Ana, cual si hubiera coronado el Tourmalet tras sietes puertos de primera. Un poema. Admiramos el paisaje con el Moncayo (o mejor la Lobera) al fondo, fotos, recuperación y para adelante.
Todo para abajo incialmente por una pista que animamos con conversaciones varias: proyectos, posibles comidas y una curiosa teoría de Juan Carlos sobre la aceptación del cambio. En el siguiente avituallamiento ya nos alcanzan Miguel y Carlos y ahora toda una ligera subida que vamos haciendo a paso vivo. Las piernas responden y el día está esplendido para disfrutar de la andada. Enseguida llegamos al siguiente punto con fruta varia y una, de nuevo, maravillosa panorámica de la zona del Moncayo en la que se avistan las primeras nieves. Estamos aproximadamente en el km 9.5.
A partir de ahí, un descenso más o menos acusado que refrigeramos con bocadillo de jamón y, algunos, con un caldito, para enseguida llegar a la zona de la carretera.
Dejamos aquí constancia del atajo tramposo de algunos cenefos que pasan a cabeza. Son curvas varias que nos llevan a nuestro destino ansiado desde el principio: el barril de cerveza que nos espera a las puertas de Calcena. Tres cañitas, algún fruto seco reponen las 4 horitas de andada que hemos disfrutado. De allí a entregar dorsales, recoger camisetas y al coche para prepararnos para la comida.
En este caso la comida ha bajado de calidad con respecto al año pasado. Acabamos en un pis pas y coincidimos con un conocido de la gasolina. Colega de la Almunia al que mandamos un abrazo. Como el tema familia achucha un poco, levantamos el campamento a eso de las 14.30 para ir a tomar café a Nigüella donde nos despedimos de Miguel y Carlos. A partir de aquí, Rafa y Juan Carlos para Zaragoza, y el resto un rato en Morata y de nuevo a Zgz. Feliz día y feliz adios a la temporada de andadas populares. Salud para el que viene, compañeros. En nuestro recuerdo, y también en el teléfono (que no se lo ha querido perder), nuestro cenefo adoptivo que ya se recupera de su intervención y en breve no dudamos que volverá a discutir la calidad de nuestra bota, el paladar de nuestro vino y las exigencias de nuestros recorridos. Que así sea.
Calificaciones: paseo con chincheta al principio.
www.cenefos.es