FICHA TECNICA | |
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Fecha: | 31/08/2013 |
Distancia: | 11.80 km |
Dificultad: | Pechada-Inflón |
Tiempo Invertido: | aprox 8h 45min (almuerzo y paradas incluidas) |
Aunque
había más de una posibilidad, seguimos a Ernesto, y los múltiples mojones,
camino de Pondiellos, haciendo todas las paradas necesarias para reagruparnos,
coger algo de aire o echar algún trago. Afortunadamente, no hay excesivos
neveros, por lo que ascendemos todo que podemos antes de cruzar e ir al collado
que separa el Garmo del Argualas, en una zona en la que ya se distinguen neveros,
pero con poca pendiente. No parecían peligrosos, ni necesario el uso de
crampones o similar. Incluso, se podían evitar si se prevé bien el camino. Ya
en esta zona nos empiezan a adelantar algún grupo y empieza a verse una larga
fila de gente que sigue nuestros pasos.
Llegados al nevero cruzamos sin dificultad porque la nieve
está blanda y es fácil clavar bastón y asegurar la pisada. Las primeras dudas
surgen aquí: tiramos para arriba por la zona sin nieve y subimos por la pedrera
que lleva a la cima, o tiramos al final del circo y cresteamos. Esta es la
opción que nos habían aconsejado y la que conoce Ernesto, así que dejamos la
ruta que hace la mayoría y seguimos cruzando neveros hasta la zona que separa
el Garmo del Algas. Subir a la cresta merece la pena; impacta la vista. Luego crestear
se antoja un pelín más complicado para el cenefo que vuela a menos altura, pero
una vez acostumbrado se llega a la cumbre por un camino inolvidable. Eso sí, la
cumbre está concurrida; lo justo para una foto, revisar el panorama, disfrutar
del momento y poco más.
La bajada por la pedrera que da al Argualas también tiene lo
suyo: es dura y exigente y solo después de algún que otro resbalón llegamos al circo,
aunque esta vez descendemos procurando sortear los neveros. También el descenso
es algo complicado y conviene reservar fuerzas. Después de varios descansos,
buscamos una buena piedra para dar cuenta del almuerzo, que ni decir tiene
entra estupendamente. A partir de entonces, todo se antoja más sencillo y en
breve llegamos a la Casa de Piedra, donde damos cuenta de una reposición de
sales reglamentaria. Ha sido un día estupendo, en un entorno maravilloso y una
fantástica compañía. Para celebrarlo nos dimos un refrigerio en Paco’s: vinos,
cervecicas, guardiaciviles, huevos rotos, ensaladilla… Hasta el siguiente
compañeros. ¡Y suerte en el Mont Blanc!