domingo, 1 de septiembre de 2013

GARMO NEGRO


FICHA TECNICA
 Fecha:   31/08/2013 
 Distancia:   11.80 km  
 Dificultad:   Pechada-Inflón 
 Tiempo Invertido:  aprox 8h 45min (almuerzo y paradas incluidas)


Es el cenefo asiduo de caminos y apasionado de sendas. Más lejos le quedan alturas allende el techo que marca nuestro Moncayo, o todo aquello que se aproxime a la escalada que afama nuestro pueblo. Quizás por ello teníamos la espinita de visitar los Pirineos y romper la curva de nivel de los 3000. Espinita que no nos pudimos quitar el año pasado y que acunaba Miguel. Nos costó lo nuestro decidir una fecha y ajustar la cita, pero al final conseguimos quorum más que suficiente para salir al Garmo Negro este pasado sábado 31 de agosto. Tras varios tiras y aflojas, cientos de guasaps y algún disgusto de Luis I, salimos para Panticosa un casi pleno de cenefos, contando además con Ernesto como excelente guía.
Llegados a Panticosa, nos pusimos las botas y a las 7.50 comenzamos la subida. El día era realmente espléndido: el frío justo para andar plácidamente y ni una nube en el horizonte. Cogimos el camino obligado cerca del refugio de la Casa de Piedra, visitando primero la cascada para ya subir por la senda de la fuente. En esta primera zona boscosa llevamos un paso intenso; la justa para coger calor y romper a sudar. Llegados a la Mallada Baja, hacemos un primer descanso para quitar ropa y echar algún trago. Ya en esta zona, más despejada de árboles, se aprecia lo duro de la etapa y lo que hay que desnivelar para alcanzar el Garmo ya claramente visible. Sigue a esta zona unos buenos desniveles en una zona bien marcada y que enfila hacia el collado de Pondiellos. Ya aquí, se nota lo duro de la subida, con zonas pedregosas en las que a veces hay que echar mano para evitar caídas. Por supuesto Ernesto nos guía y va tirando del grupo, con Fernando respondiendo bien a pesar de su rodilla y Rafa siguiendo siempre a su ritmo con encomiable voluntad. 
Aunque había más de una posibilidad, seguimos a Ernesto, y los múltiples mojones, camino de Pondiellos, haciendo todas las paradas necesarias para reagruparnos, coger algo de aire o echar algún trago. Afortunadamente, no hay excesivos neveros, por lo que ascendemos todo que podemos antes de cruzar e ir al collado que separa el Garmo del Argualas, en una zona en la que ya se distinguen neveros, pero con poca pendiente. No parecían peligrosos, ni necesario el uso de crampones o similar. Incluso, se podían evitar si se prevé bien el camino. Ya en esta zona nos empiezan a adelantar algún grupo y empieza a verse una larga fila de gente que sigue nuestros pasos.
Llegados al nevero cruzamos sin dificultad porque la nieve está blanda y es fácil clavar bastón y asegurar la pisada. Las primeras dudas surgen aquí: tiramos para arriba por la zona sin nieve y subimos por la pedrera que lleva a la cima, o tiramos al final del circo y cresteamos. Esta es la opción que nos habían aconsejado y la que conoce Ernesto, así que dejamos la ruta que hace la mayoría y seguimos cruzando neveros hasta la zona que separa el Garmo del Algas. Subir a la cresta merece la pena; impacta la vista. Luego crestear se antoja un pelín más complicado para el cenefo que vuela a menos altura, pero una vez acostumbrado se llega a la cumbre por un camino inolvidable. Eso sí, la cumbre está concurrida; lo justo para una foto, revisar el panorama, disfrutar del momento y poco más.
La bajada por la pedrera que da al Argualas también tiene lo suyo: es dura y exigente y solo después de algún que otro resbalón llegamos al circo, aunque esta vez descendemos procurando sortear los neveros. También el descenso es algo complicado y conviene reservar fuerzas. Después de varios descansos, buscamos una buena piedra para dar cuenta del almuerzo, que ni decir tiene entra estupendamente. A partir de entonces, todo se antoja más sencillo y en breve llegamos a la Casa de Piedra, donde damos cuenta de una reposición de sales reglamentaria. Ha sido un día estupendo, en un entorno maravilloso y una fantástica compañía. Para celebrarlo nos dimos un refrigerio en Paco’s: vinos, cervecicas, guardiaciviles, huevos rotos, ensaladilla… Hasta el siguiente compañeros. ¡Y suerte en el Mont Blanc!

Película del día


Fotos de la salida