domingo, 26 de julio de 2009

BORRAJAS' WATER: La Nevera de Cosuenda y el pico de Valdemadera


morata_de_jalon_senderismo_9

mas fotos...

La hora de salida era las siete, el autobús desde Morata se quedó solo con el conductor. Uno a uno, todos los cenefos fueron excusando su presencia. El camarlengo, el único absuelto después de protagonizar su particular versión de "La matanza de Texas", el resto culparon al pino que ya no dará más sombra.

En LA me esperaba Alfonso, convertido por méritos propios en cenefo de facto. Juntos pasamos a recoger a Manolo "el bony", explendido atleta y no mejor guía de la zona, con quién dio gusto compartir mañana.
Nos dirigimos a Cosuenda, pueblo que pertenece a la comarca de Cariñena, situado en las faldas de la Sierra de Algairén, hábitat cenefo por excelencia.
Desde allí fuimos por un camino sin asfaltar, hasta el paraje conocido como "el Raso de la Cruz" dónde dejamos el coche y comprobamos en un cartel informativo, que desde allí nacen varios recorridos alternativos perfectamente señalizados. Se puede entre otros ir a La Nevera, a Valdemadera o al Mirador de la Falguera.
La caminata comenzó por un camino que transcurría entre carrascas. La sombra tan apreciada en estos días tan calurosos nos acompañó durante gran parte del camino. También tuvimos otros compañeros de viaje, estos si molestos, los mosquitos (ya lo decía yo!). Un kilómetro más tarde en lugar conocido como "el sitio del emparrado" tomamos la senda hacia La Nevera. Y que senda! Una sucesión de repechos de pendientes increibles, donde precisamos más de dos paradas para tomar el oxígeno faltante.
La nevera, o lo que de ella queda, es una edificación de mampostería que en tiempos estuvo cubierta con una cúpula y donde se distingue lo que fue su puerta de entrada.
Alcnzada La Nevera, donde inmortalizamos la ascensión, nos dirigimos hacia el pico de Valdemadera, en cuya cima abelrga un repetidor de televisión situadoa 1320 metros. Desde la cima pudimos contemplar una maravillosa vista de nuestra sierra. La Vicora, el Pico del Rayo, y a sus pies distinguimos Santa Cruz, Inogés y Codos. El esfuerzo mereció la pena.
La bajada la realizamos por el camino que desde el repetidor indicaba dirección a Aguarón, para reencontrarnos a mitad de bajada con la bella senda de ascensión.
Han sido 8,12 km en total con casi 600 metros de desnivel de subida.
En Cosuenda,para cumplir con el deber cenefo,ejecutamos el chicken-out: huevos fritos custodiados con la afamada longaniza del lugar.
Cenefos: apliquense! Tienen una deuda con esta senda!!
Calificación: paseo jodido, me faltaron dos horitas más.
PD: espero que la crónica quede a la altura de nuestro Camarlengo, a quien desde estas líneas le deseo una pronta recuperación.
Cenefos: el desafío esta cerca...

Extras:
Ruta gps wikiloc

lunes, 20 de julio de 2009

CHICKEN-IN, CHICKEN-OUT: Una incursión al Valle del Amor

morata_de_jalon_senderismo_8
fotos...
Yes, she can. Había apuestas sobre nuestra bloguera mayor: ¿se uniría alguna vez a las huestes cenefas?, ¿cruzarían sus botas pasos e inquietudes con sus compañeras cenefas, o volverían a dejarlas en la estacada? El objetivo era atractivo: Alpartir y su Valle del Amor. Elegido por los colegas de La Almunia para compartir una mañana de sábado. A las 7.00 h, hora de salida desde Morata con los coches, solo estábamos presentes ese 18 de julio, Fernando, Lezcano, Miguel Ángel y el narrador. Con retraso, llegó Juancho y adivinamos a Yuri, confirmamos a Rafa, y nos mantuvimos en suspenso hasta llegar a La Almunia, donde por fin comprobamos que era el día. Estaba. Y con camiseta cenefa.


Con retraso llegamos en coche a Alpartir, para comenzar a las 7.30 a andar por el camino que hay en la parte derecha del pueblo (tal y como se entra desde L.A.) y que nos lleva a un cruce de caminos que conduce bien al Convento de San Cristóbal (véase Around the Reservoir 2) o al Valle de Tiernas, nuestro objetivo. He aquí la primera polémica: los que más conocen el terreno, y que nos acompañan, lo denominan el Valle de Tiermas, según lo han oído de siempre.
Parece ser que su nombre oficial es Tiernas, que proviene, como no podía ser de otra manera tratándose de un valle, de río Tiernas, preludio del río Alpartir.

El paseo es, de entrada, precioso. Mañana de verano fresquita, zona de sombra sembrada de huertecitas, donde se aprecia el encanto del agua (basta ver el tamaño de las higueras). Camino al trote cochinero que divide al grupo ya en dos: el inquieto y el expectante. Ambos, enfrascados en sus conversaciones, confluyen en la cueva del Moro sobre las 8.15, donde se divide el camino. Seguimos por la izquierda para ya empezar a subir. Una paradita para repasar neumáticos a la bloguera, que estrenaba botas y ya se sabe. Sin abandonar el camino, llegamos a un punto en el que se corta con el río Alpartir (del río solo el rastro) y sigue en zona cementada, que lleva a un nuevo cruce de caminos. Son las 8.45 y se inicia el debate. Regresamos por la izquierda a Alpartir o por la derecha vamos a nuestro objetivo: el Valle del Amor. Consultada la bloguera sobre su situación, decidimos la derecha. Seguimos subiendo y encontramos preciosas sendas que tenemos que probar algún día. Llegamos ya a un pequeño descampado con un cartel que anuncia la flora y fauna de la zona. Si seguimos recto en breve llegamos a un cruce: a la derecha un sendero de PR marcado, a la izquierda algo parecido a una senda que fue, llena de vegetación. Aquí Luis no duda y nos dice que la izquierda es la buena. Apartamos hierbajos, caminamos unos metros y comprobamos que derecha e izquierda confluyen unos metros más allá (hermosa lección política que la prudencia cenefa no comenta) a los pies de la casa cubierta de hiedra que alojó la comuna que allí habitó. Hemos llegado al Valle del Amor (son las 9.00 h) y seguimos repasando la zona, haciendo fotos y Juancho respirando hormonas. Sobre las 9.15 h decidimos regresar, para no retrasar en demasía el horario de almuerzo prometido.

Vuelta sobre nuestros pasos. Dejamos constancia de un nuevo aforismo en el devenir cenefo: Andar, andan muchos, pero nunca nos encontramos a nadie (Alfonso dixit). Volvemos al cruce sobre el río Alpartir y ahora sí cogemos el camino a Alpartir. Aquí llega lo duro. El camino sigue siendo precioso, rodeado de pinos por todas partes. Empinado. Bastante empinado, y si no que se lo pregunten a Ana. Pechada. Luis hace la goma para indicarnos los cruces que debemos tomar y da muestras una vez más de que se crece cuando el camino pica hacia arriba. Definitivamente está hecho un roble. Con la subida nos hemos dividido en tres grupos: el inquieto (que ya sigue solo hasta destino), Miguel Ángel y el empleado del mes (definición del narrador aportada por Yuri) y la familia (familia que camina unida, permanece unida). Decide el grupo intermedio esperar al furgón de cola y hacemos los últimos metros de subida todos juntos (se une Luis, que nos hace de guía), para llegar al puntalico sobre las 10.25 h. Plaza del Pino, donde se adivina a lo lejos Alpartir. Ya es todo cuesta abajo, siguiendo el olor a huevo frito. Olor que aturulla a Yuri, que baja cual flecha a un destino desconocido (literal, porque nadie le dijo dónde íbamos). Lo rescatamos del despiste y llegamos al bar al pie de la Iglesia sobre las 10.50 h. Y aquí nos sueltan todas las gallinas de Alpartir. Y todas entran. Y bien. Hermoso día, mejor paisaje, delicioso almuerzo (huevos fritos con patatas, longaniza o jamón y ajos tiernos) y fenomenal compañía. Gracias a todos por la mañana.

Esta vez, la ficha técnica va aparte. Nueva sección que se incorpora al blog (a cambio la sección fotos flojea por deficiencias técnicas no previstas). Dejamos eso sí constancia de las calificaciones: Paseo, salvo Ana que no tiene fuerzas para opinar (pongamos calcetinada-inflón, para esta primera vez). Pero, como todo: ¡sólo es empezar!.

Agradecimientos:
Bienvenidos Ana y Miguel Ángel al club cenefo. Gracias a nuestros expertos compañeros por abrirnos este paraje, al que tenemos que volver.

Ultimo aforismo : Si salís a la Sierra, avisadme que iré con vosotros (Cenefo in pectore dixit). ¡Queda escrito!

Extras:
Ruta gps wikiloc
Artículo Heraldo de Aragón 5/03/09 pág1 pág 2