jueves, 26 de mayo de 2022

DONDE EL JALÓN NOS LLEVE: de Calatayud a Sabiñán


FICHA TECNICA
 Fecha:   21/05/2022 
 Distancia:   21.5 km  
 Desnivel positivo:   265 m  
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   5 h (con almuerzo) 
Amablemente subidos a Calatayud, empezaron los luises un descenso por las cercanías del Jalón hasta Sabiñán. Es una andada amable y fácil, que tiene al río como protagonista de un paisaje que merece la pena. Comienza la etapa en una rotonda, próxima al Sabeco, donde hay un cartel del GR-90 (versionado) y una señal que indica dirección Huermeda.  Pasada la zona urbana enseguida se llega a pista y a las proximidades del río. 
Siguiendo este se alcanza Huermeda y por una carretera hermosa y escasamente transitada se va entrando en un paisaje cada vez más agreste. Alcanzamos el Ribota y se puede llegar a una zona con sorpresas en forma de polvorines escavados en la montaña y algún salto de agua que fácil es identificar de 1945. Sobrecoge algo la zona e imaginar lo duro del trabajo. De allí, camino y carretera hasta la central de Embid y entrada en una de las zonas más bonitas de las que transita el Jalón. Alcanzado Embid y repuestas fuerzas, ya el camino es agradable hasta Paracuellos y Sabiñán. Lo dicho, un bonito paseo de algo más de 20 km para disfrutar. Recomendable y de poca dificultad. Solo sobraron grados (Celsius) en una primavera excesiva. 
Un buen entrenamiento para Luis I que vuelve al Camino.


Fotos de la salida



martes, 3 de mayo de 2022

Burgos - León


FICHA TECNICA
 Fecha:   9/4/2022
16/4/2022  
 Distancia:   178,7 km  
 Desnivel positivo:   1.049 m  
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   8 días  
En octubre del año pasado algunos Cenefos dejamos colgado el Camino de Santiago Francés en la localidad burgalesa de Belorado.

Nos proponíamos en esta nueva acometida al camino completar las etapas que van de Belorado a León pero por motivos logísticos tuvimos que moderar nuestra ambición y conformarnos con realizar las 8 etapas que nos llevan de Burgos a León dejando las dos previas para otra ocasión mejor.

Con los preparativos hechos Raúl y un servidor nos plantamos a golpe de autobús en Burgos el 8 de abril a última hora del día.

Tras un largo check-in, nos alojamos, cenamos algo, vemos Burgos de noche y a dormir que nos espera una larga semana. Yo creo que el recepcionista todavía está recitando mi nombre y dos apellidos  encanado en una absurda letanía, como está la gente a estas horas de la noche.

Al día siguiente partimos de Burgos bien desayunados y descubriendo lo que será fruto de muchas alegrías en este periplo santo. Aunque aquí no conocen nuestros revueltos (bebida) sí que son aficionados al "chico chica", bebida a base de orujo, o aguardiente, y moscatel. Pues con eso nos quedamos de momento.

El facilón camino que discurre de Burgos a Hornillos del Camino está flanqueado por inmensos campos de cereal y colza, campos que en esta época del año lucen sus colores verde intenso y amarillo vivo en las onduladas líneas de los páramos de Castilla.

En esta etapa coincidimos con amigos y amigas que nos acompañarán intermitentemente hasta León, entre ellas unas gaditanas sitas en Barcelona que nos hacían sonreir con su gracia andaluza.

Llegamos a Hornillos del Camino y nos alojamos en el albergue municipal. Un pequeño albergue regentado por Inma, una hospitalera que nos asombra con sus historias y su justa cena.

Aquí conocemos a Angel, empedernido santiaguero que acumula más de 40 caminos y con el que pasaríamos agradables ratos los días posteriores.

Recorremos el pueblo hablando con la gente acerca de hectáreas de cultivo, trigo, cereal, triticales, ...; vamos lo típico en estos pueblos.

Finalizado el día nos recogemos en el albergue y mañana será otro día.

El domingo partimos hacía Castrojeriz, pueblo más grande que Hornillos y con muchos más servicios.

En el trayecto pasamos por San Bol, almorzamos en Hontanas y alcanzamos el convento de San Antón. Aquí dan alojamiento a peregrinos en ciertas épocas del año, ahora no. 

Aquí, la carretera pasa justo por en medio de lo que en otro tiempo sería una iglesia, curioso puente los arcos ojivales de la antigua iglesia.

Llegamos a Castrojeriz, nos alojamos en el albergue municipal  y el hospitalero, Paco, nos saca nuestra mejor sonrisa con sus historias y sus perros que le siguen a todos lados.

Encontramos un lugar fenomenal para comer y con una compañía inmejorable: Silvia, Vanesa y Marta, con las cuales compartiríamos camino los siguientes días.

Castrojeriz es un pueblo digno de visitar por su castillo, su ermita y sus iglesias, aunque hay que hacerlo con calma porque de punta a punta tiene más de 2km.

Esta noche fue un poco más dura, quizás el motivo es que unas 30 personas durmiendo en un mismo reciento provoca el insomnio de más de uno.

Con todo, pasamos la noche "bien" y salimos el día siguiente hacía Frómista, ya en Palencia. 

Primero hemos de subir el alto de Mostelares, un kilómetro con un 12% de desnivel que ponen a prueba al más chulo, pero bueno entre tanta llanura un poco de sube y baja no está mal.

Cruzamos el rio Pisuerga, que limita Burgos con Palencia, pasando de una provincia a otra en un tris tras.

Almorzando descubrimos que aquí el "chico chica" se llama "manchado", cada tierra tiene su forma de llamar a las bebidas.

Cerca de Frómista descubrimos el inmenso Canal de Castilla, en otro tiempo usado para transportar el cereal de la zona allí donde pudiera ser aprovechado.

Nos alojamos en el albergue de la Luz, regentado por Gabriel que nos da conversión relajada y larga.

Digna de visitar en el pueblo la iglesia románica de San Martín de Tours.

Cuarto día de marcha y partimos hacía Carrión de los Condes. En la población de Campos elegimos acertádamante la variante del camino francés que va paralela al río Ucieza. Nos obliga a hacer algún kilómetro más, pero el paisaje lo merece.

Llegamos a Carrión de los Condes donde reponemos fuerzas y nos alojamos en un albergue regentado por las Hijas de la. Caridad de San Vicente de Paul, un albergue imprescindible en el camino.

Por la tarde llega nuestro compañero Rubén que a partir de hoy se unirá a nuestra marcha.

Cena comunitaria con otros peregrinos y a descansar.

Partimos al día siguiente hacía Terradillos de los Templarios, nos espera el tramo más largo del camino francés sin ninguna población, más de 17km de campos y tramos rectos dibujados con tiralíneas.

Todo esfuerzo tiene su recompensa, tras este tramo un establecimiento estratégicamente ubicado nos sirve para reponer fuerzas y sales minerales, muchas sales minerales.

Terminamos en Terradillos en un albergue nuevo a la entrada del pueblo, Albergue Los Templarios, perfecto para comer algo y descansar.

Aún hemos de resolver lo de acercar el coche desde Carrión de Los Condes, Raúl vuelve a Carrión en bus y acerca el coche hasta el pueblo, ya estamos todos juntos otra vez.

Sexto día, partimos hacia Bercianos, unos andando y un servidor acerca el coche hasta Sahagún. Allí nos volvemos a reunir todos y tras un almuerzo en el Bar Europa que no se lo salta un gitano nos llevamos al alegre sorpresa de que este día celebran los quintos. 

Jóvenes en edad de quintar con charanga incluida animan las calles y plaza mayor de Carrión. Como si de una música mágica, la charanga nos atrae sin remedio y hemos de disfrutar de la animación duranteun rato largo, ¡¡Qué ganas de fiesta tiene la gente después de todo lo que hemos pasado!!

Con la alegría en el cuerpo salimos de Sahagún grabando algunos minidocumentales del Dr. Trasobares y dandole buenos tutes a la bota de vino.

Por cierto, aquí el "chico chica" se llama "preñada" ...

Llegamos a Bercianos del Real Camino y nos alojamos en un albergue similar al del día anterior, La Perala, habitaciones de cuatro plazas en litera con cuarto de baño independiente, un lujo.

Descubrimos en este pueblo a un asturiano que regenta un bar y un albergue, El Sueve, y en el disfrutamos de sidra, cachopo, chipirones, ....

Séptimo día, en esta etapa vamos a abandonar la provincia de Palencia y entrar en la de León, el destino es Mansilla de Las Mulas.

El día es muy caluroso y el tramo justo antes de Reliegos se nos hace pesado, incluso pensamos cortar la etapa en este pueblo pero la ocupación está a tope, así que terminamos la etapa en Mansilla de las Mulas y esta vez nos alojamos en un hotel rural, El Puente, aunque las críticas no lo pone muy bien el alojamiento está muy muy bien, recomendable.

Recorremos el pueblo, matamos algunos judíos y cenamos en casa Toño una cena contundente y a descansar. Mañana llegamos a León y terminamos.

Lo de matar judíos es una tradición leonesa para Semana Santa y se trata de tomar una limonada, una especie de sangría, muy dulce.  Es una tradición bastante arraigada pues en casi todos los establecimientos que entramos ofrecen esta bebida.

Salimos el último día hacia León, tramo aburrido y urbano típico de las entradas a las ciudades como pasa en Logroño, Burgos, ...; no obstante, la belleza de la zona histórica de León, con su catedral como máximo exponente, nos hace olvidarnos de lo tedioso y aburrido de este tramo.

Como no, hemos de visitar los barrios Húmedo y Romántico de la ciudad, en los cuales a base de corto y tapa nos damos por comidos.

Terminado el día por aquí, retornamos en tren a Sahagún, allí cogemos el coche y vuelta para Zaragoza.

De algunos amigos conseguimos despedirnos en persona, de otros por whatsapp, en cualquier caso a todos ellos los recordamos gratamente: Silvia de Valladolid, Vanesa de Zarautz, Miguel de Madrid, Aitor de San Sebastián, Carmen de Granada, Annie de Escocia, Cristopher y Silvia italianos, Marta de Lérida, Mar, Toñi y Juli de Algodonales, en Cádiz, pero viven en Barcelona, Lupe, My Friend de Frankfurt, el del Badulaque y su amigo de Barcelona y Angel de Medina del Campo, el santiaguero empedernido, cuantas veces me preguntó si las estrellas que llevábamos en la camiseta eran de Mahou, también era empedernido de la cerveza,  ...; a todos ellos 

¡¡Salud y Buen Camino!!



 




Fotos de la salida