FICHA TECNICA | |
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Fecha: | 29/10/2002 |
Distancia: | 11,18 km |
Desnivel positivo: | 361 m |
Dificultad: | Fácil |
Tiempo Invertido: | 3h17m |
Los colores otoñales de las zumaqueras de La Hoya Sanz. Este cambio de color se da por la acción de los fitocromos que absorben la luz roja, este fotorreceptor al percibir el acortamiento de los días induce a la planta a dejar de sintetizar clorofila, la degradación de la existente da lugar a que las xantofilas, amarillas y betacarotenos se hagan visibles. el rojo proviene de las antocianinas. Todo este mecanismo, espectacular, es un proceso de ahorro de energía en el cual la planta reabsorbe los pigmentos y a medida que unos desaparecen otros se hacen visibles. Nos vemos el sábado.
El Zumaque, Rhus coriaria, alcanza más de un metro de altura y sus frutos maduros son muy bien valorados como condimento culinario, sobre todo en la gastronomía del Mediterráneo oriental.
El pequeño arbusto tiene un alto contenido en tanino y por eso se emplea desde la antigüedad en el curtido de cueros.
La numerosa población mudéjar y después morisca de Illueca y Brea ya usaba hace muchos siglos esta sustancia en la fabricación de calzado al igual que se hacía en Marruecos y otros puntos del norte de África.
El zumaque molido le otorga un agradable olor a té y una mayor resistencia a la luz, a la vez que mejora la fijación de los colores en el cuero.
El zumaque se ha usado desde tiempo antiguos en curtidurías pero también es una especia que se utiliza en cocina. Su sabor es ácido y el rojo de sus frutos da un bonito color a las salsas.
Es uno de los ingredientes de la mezcla zaatar, muy común en Oriente Medio y también es un ingrediente de distintos platos de la cocina del Líbano y de Turquía donde es a menudo uno de los ingrediente usados en los kebabs.
Manuel Mercado Grima
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