FICHA TECNICA | |
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Fecha: | 15/05/2016 |
Distancia: | 14.2 km |
Desnivel positivo: | 950 m |
Dificultad: | cuasi-inflón |
Tiempo Invertido: | algo menos de 4 h |
Subiendo a la plaza, se coge un desvío a
la izquierda, hacia las bodegas, para ir posteriormente hacia las afueras del
pueblo y tomar un desvío a la derecha camino donde se indica la ruta botánica.
Una vez acaba el asfalto dejamos los coches e iniciamos la subida por una pista
que nos lleva a la senda de la ruta botánica. Una senda bonita y exigente, pero
llevadera en la parte inicial. Cuando se llega a un nuevo desvío, se abandona
la ruta botánica y se sigue hacia arriba que nos lleva a una senda de elevada
pendiente. No es mucho el tramo, pero es muy exigente, con lo que llegamos a
cima con el resuello justo. No se ha hecho otra cosa que subir desde que
dejamos los coches!!
Nos seguimos asombrando de ese acotado de
naturaleza incomprensible que dejamos a nuestra derecha para bajar al valle de
Tiernas. Descenso realmente precioso, por un pinar abundante y con una preciosa
vista del valle de Tiernas a nuestros pies. El descenso acaba poco antes de la
Fuente la Jordana, a la que llegamos en breve para dar cuenta de un estupendo
almuerzo, como suele ser costumbre. Esta vez solo se llevaba una bota, siendo
cuatro, lo que contraviene uno de los principios cenefos.
Una vez le damos cuenta, salimos hacia el
collado del Tío Francisco, que luce en esta época como nunca, con sus orquídeas
y el espliego florecido por doquier. Subimos en dos grupos, arrastrando algo el
almuerzo, pero con dignidad. Ya arriba tiramos para la izquierda para alcanzar
el cerro del Espino, que también se las trae. Fotos de rigor en la cima y enseguida para abajo, porque el cierzo
sopla fuerte. Si el ascenso es duro, el descenso no lo es menos porque hay una
buena pendiente y el frenado se nota en las piernas, algo que se alivia
parcialmente trotando un poco.
Ya abajo tiramos hacia la pista, pero
antes de llegar a la principal, giramos a la izquierda para tomar una senda que
sube de nuevo para llegar a la cima del vallado, el mismo punto en el que
iniciamos el descenso al valle de Tiernas. De allí descenso vertiginoso hasta
llegar a la otra parte de la ruta botánica y finalmente pista para alcanzar
coche.
Y por supuesto el vermucete de rigor y
rezo a San Isidro que tenían procesión en Almonacid. Etapa exigente y bonita.
Totalmente recomendable.
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