martes, 1 de julio de 2014

Sendantonio 2014

FICHA TECNICA
 Fecha:   14/06/2014 
 Distancia:   8,41 km  
 Desnivel de subida:   318 m  
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   2h28m 










No sabemos muy bien que es lo que haría en su tiempo Antonio de Padua para que lo nombraran santo, el caso es que hiciese lo que hiciese le estaremos eternamente agradecidos por dar pie a nuestros amigos de Nigüella a festejar su santo realizando esta peculiar andada popular a la que la asistencia Cenefa es obligatoria.
La ya clásica andada de Sendantonio, esta es la cuarta que realizan, recorre los alrededores del pueblo para terminar en el parque donde además de los andarines se congrega gran cantidad de personal, menos dinámico podríamos decir, y todos juntos comparten mesa, vino, conversación y buen humor, siempre buen humor.
Reunidos la casi treintena de andantes en la plaza, mientras hacemos tiempo se reparte moscatel a diestro y siniestro para aquel que quiera darle un buen susto al cuerpo y así terminarlo de despertar.
Además de algunos vecinos de Nigüella había un nutrido grupo de breanos y de la parte cenefa: Carlos, Luis I, Miguel y un invitado, Alex, socio de andadas de Luis I. Y que malas son las prisas de la madrugada, después de estar llenando Luis la bota a altas horas de la madrugada, esta se quedó sin salir a pasear, vaya faena. Suerte que los organizadores de la marcha habían pensado en todo y habían preparado abundante vino para que nadie se quedara con las ganas.
A la hora programada, foto de rigor del grupo y salimos por las calles de la localidad con un ritmo ovejero, se trata de salir a pasear y disfrutar nada de correr ni mucho menos competir.
Nos dirigimos hacia la zona de las cuevas, según nos dice Carlos donde los chicos antaño iban a jugar cuando no había "guasap". Zona bonita y ligeramente enriscada, motivo por el cual un pequeño grupo de incautos senderistas, los menos acostumbrados a las salidas campestres, ralentizan la marcha habiendose que dividir el grupo en dos.
El grupo zaguero, una vez alcanzada una zona segura ya en plena zona de cuevas, decide retirarse por una vía de escape que les dirige por un camino menos accidentado directamente al pueblo.
Antes de cruzar el Isuela el grupo ya está otra vez hecho uno, los de la delantera y un sacrificado servidor que dio apoyo moral y logístico al grupo que se había retirado minutos antes.
Cruzamos el rio en fila india por el azud de la Bajera, esta vez no hizo falta tirar del ingenio popular como el año pasado, nada de bolsas de basura en los pies, el rio baja flojico y abriendo la tajadera del aliviadero, no hay problema.
Continuamos por una senda fácil en la zona de Valdivinas hasta que llegamos a un barranco empinado pero bueno de andar, se nota que no hay broza que se resita a las tijeras de podar de Carlos.
El grupo se estira pues la senda no permite andar en paralelo y poco a poco vamos ascendiendo magníficamente acompañados de romeros, aliagas y de abundante calor, calor que se recoge en el barranco en estos días cercanos al estío y que nos trae a la mente lo que nos espera a partir de estas fechas.
Terminado el barranco alcanzamos la zona de La Calera. Aquí arriba el aire sopla y hace las veces de eficaz remediaflojos para algunos que como un servidor estábamos más acalorados de la cuenta. Subimos un poco más y alcanzamos el Cabezo Royo, desde el cual la vista es panorámica y de golpe desaparece el cansancio por el esfuerzo realizado en la agreste subida.
Bajamos por zona no marcada pero segura para alcanzar el camino que une Nigüella con Brea y por el que discurre la famosa andada popular Maestro Zapatero. De aquí tiramos para la izquierda y tomamos el camino que bordeando una magnífica finca ahora abandonada. Ahora el camino nos ofrece a un lado una vista excelente del pueblo y el valle del Isuela y al otro una vista no menos excelente del valle de Aranda, rios que pocos kilometros más abajo se unen en hermandad cediendo el Isuela generosamente sus aguas al otro.
Poco más adelante, tomamos el sendero del Hoyo de la Zorra el cual nos llevará directo hasta la zona de Los Corrales y poco más allá el camino que nos deja casi sin darnos cuenta en el parque justo a tiempo de meternos entre pecho y espalda unas mígas, con huevo frito incluido, que quitaban el aliento.
Después del almuerzo un poco de reposo y de reposición generosa de sales perdidas durante la andada. Entre tanto un experimentado cocinero nos preparaba un homenaje en forma de suculenta paella que sería el gran colofón de esta fabulosa mañana pasada por los alrededores de Nigüella. 


¡¡Enhorabuena amigos!! Nos vemos el año que viene.


Fotos de la salida

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