sábado, 16 de junio de 2012

EL TOZAL Domingo 10 de junio de 2012: Santa Cilia-Tozal-Santa Cilia Kilómetros: 22 aproximadamente (consultar track) Estaba fijado el Tozal como una de las andadas cenefas de este año. Ya se tuvo que posponer y parecía que, por la natural pereza cenefa, iba a quedarse de nuevo en la lista. Sabido es que cuando llega el verano, la actividad se dispara, pero se concentra en el espacio. Y Guara está fuera de los límites. Ya antes de empezar habían caído algunos. Nuestro jubilado de honor nos falló por su mala cabeza, y al final quedamos cuatro para la andada: Fernando, Miguel, Rafa y Luis. Partimos hacia Huesca a eso de las 6h. No habíamos fijado claramente la ruta: Santa Cilia, Used, Nocito… varias posibilidades. Aunque nos habían desaconsejado Santa Cilia para esta época del año, lo cierto es que no hacía calor y nos sobraba tiempo. Así que decidimos ahorrar carretera a la vista de que el tiempo acompañaba. A eso de las 7.30, ya habíamos comprado pan, llegado a destino, puesto las botas, calentado, hecho la foto de rigor… e iniciada la marcha. Lo que tiene esta andada es que no engaña. Hay que subir unos 1300 metros y luego hay que bajarlos. O sea que al principio, todo empinado. La subida es tendida, suave y llevadera, y permite calentar motores con cierta tranquilidad. En las primeras rampas coincidimos con varias parejas y grupos diversos que descienden del Tozal, después de subir de madrugada y pasar noche por allá arriba. Como no teníamos claro dónde paraba el Tozal (todos neófitos en la zona, aunque el sendero está bien marcado y no hay pérdida), ya nos advierten de que queda tramo… Así que nos lo tomamos con tranquilidad. Tras una primera zona con menos vegetación, tomamos pronto un sendero pedregoso más empinado donde ya abunda más color verde. Aquí empiezan las primeras cuestas de verdad y donde se empiezan a vencer desniveles más acusados. En todo caso, el esfuerzo todavía no es demasiado exigente. Abajo ya nos queda la imagen de la hoya de Huesca, y se empieza a notar la altura. Si sumamos nubes amenazantes que ocultaban cualquier rayo de sol, el día está bueno para andar e incluso se siente algo de fresco. La primera ascensión acaba en una pradera, donde pasta tranquilamente un grupo de ovejas a los pies de un espectacular nevero. Frente a esa zona, tenemos el Tozal. Seguimos sin tener claro cuál de los tres picos es… por la distancia que nos queda y la altura, parece claro que el tercero y más lejano es la meta. A estas alturas Miguel ya tenía algunas molestias que le impedían ir a ritmo alto, así que lo mejor era tomárselo con tranquilidad y cada uno a su ritmo para llegar arriba. Ahora sí que las cuestas son más exigentes. Hay que subir un primer pico, y a partir de él, crestear para subir arriba. Conforme nos vamos acercando, empezamos a escuchar gritos y a distinguir actividad en el Tozal. A lo lejos, nos parece que hay gente bajando despavorida de la cima, aunque se desvía a la izquierda para continuar un alocado descenso. De algo debían huir, pero la distancia nos daba pocas pistas del motivo. A la vista de que el flujo iba en aumento, empezamos a deducir que se podría tratar de una carrera. Obvio es que al cenefo que le cuesta lo suyo subir al Tozal, no le cabe en la cabeza que haya quienes lo suban a la carrera y lo bajen a la desesperada. En todo caso, a los pies de la última subida se confirma que se está celebrando la Subida al Tozal desde Nocito. Incluso, si hubiéramos apurado el paso, se hubiera coincidido con un experto en estas aventuras y hermano de nuestro cenefo in pectore por excelencia. Parece que quedó segundo. Lo animado de la carrera nos permite hacer un último ascenso mucho más tranquilo y entretenido. Poco más de 4 h, después de salir hacemos chufa en el Tozal. Allí nos reagrupamos todos y disfrutamos de las vistas. Eso sí, el prometido almuerzo en la sola compañía del monte no pudo ser. En todo caso, había sitio para todos y disfrutamos como siempre de un abundante e intenso almuerzo. Dejamos aquí constancia de que la bota, pierde (la de vino). Una vez repuestos, tocaba bajar. El descenso es largo y más aburrido porque descendemos por la misma zona. También hay que tomárselo con tranquilidad porque pesan las piernas y el terreno no es propicio para acelerar demasiado el paso. Con todo, sobre las 15.30 llegamos de nuevo al coche. Fernando, que se había adelantado en el último tramo para hacerlo corriendo, nos estaba esperando. Nos felicitamos, estiramos un poco, y para casa… Esta vez no tuvimos éxito en la parada para las cervecitas, así que con el reseco llegamos a casa. Ración doble la próxima. En la andada comentamos el viernes día 6 de julio como el más adecuado para la andada Pilar-Ermita Santa Bárbara. Fernando ya ha visto la ruta hasta La Muela. Todas sugerencias serán bienvenidas.

1 comentario:

  1. Alguien sabe por qué los de Google cambian continuamente el blogger y cada vez las entradas salen peor???????

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