FICHA TECNICA | |
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Fecha: | 16/10/1021 |
Distancia: | 15 km |
Desnivel positivo: | 800 m |
Dificultad: | Algo de pechada, pero agradable |
Tiempo Invertido: | poco menos de 5h con almuerzo |
Estrenó Morés ruta senderista, PR Z-98, hace poco, inmortalizada en Chino Chano, y nos apetecía recorrerla... de nuevo porque ya había hecho una incursión Luis I. Con ese fin, los luises, Javi y José Antonio nos citamos a las 7.45h para ir al pueblo vecino. La ruta parte desde el mismo pueblo (puede aparcarse junto a la ermita de San Félix y campo de fútbol) y tiene una primera parte por pista, fácil de seguir y poco empinada. Está en todo momento bien marcada y no tiene mayor dificultad. La parte divertida de la andada llega cuando se alcanza el cementerio de Sestrica, desde donde ya se empieza a ascender y sobre todo un poco más adelante, al final de la pista en la fuente del Garullo. Allí conviene pararse, si es ya otoño bien entrado, contemplar los colores de las zumaqueras y leer el cartel de lo que fueron los antecedentes de una ya próspera industria de la zona en su momento. A partir de esa zona comienza una senda que nos ntroduce en un preciosa zona de carrascas salpicada de castaños, que ya en esta época adornan de castañas el camino. Encontramos allí marcada una carrasca que merece la pena grabar en la retina o en foto, si es el caso, pero siempre con el máximo y debido respeto al árbol y su entorno. Es una senda para disfrutar que poco a poco va empinándose, encontrando zonas de pechada respetable, pero que con calma se pueden afrontar, pese al desnivel. Y no pasa nada por descansar de vez en cuando y echar un vistazo al valle entre Sestrica, Morés y Sabiñán y el fondo de sierras que lo adornan, entre las que también vemos la de Valdoña que protege nuestro pueblo.
Se llega al final de la ascensión a un collado, donde el pico La Atalaya queda a la derecha. Desde allí, ya se ven postes que marcan la continuación del camino rodeando el pico. Se llega así una pista que nos va acercando a los "molinos" que tenemos en el horizonte, dirección Viver de la Sierra. Se llega así a una pista que continuamos hasta un cruce que ya marca la ascensión definitiva, por pista, hasta la cima marcada con un curioso punto geodésico. Allí, recuperamos de nuevo el almuerzo reglamentario, sin bota eso sí.
El descenso ya se hizo atajando para volver al collado y desde allí por la misma senda de subida, hasta llegar a la fuente y de nuevo coger la pista para descender hasta un cruce en el que en lugar de seguir recto por la misma pista que hemos ascendido, nos desviamos a la derecha y bajamos hasta el pueblo sin desviarnos (llega un momento en el que se ve el pueblo y basta seguir sin desviarse para ir lo más recto posible a su encuentro). Y así, completamos una bonita ruta, con una parte inicial más normalita, pero que sorprende muy agradablemente al final. Totalmente recomendable, particularmente en esta época del año.
Un abrazo a Miguel Ángel. Ánimo, compañero.
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