FICHA TECNICA | |
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Fecha: | 20/07/2013 |
Distancia: | 11.20 km |
Dificultad: | Pechadica |
Tiempo Invertido: | 3h |
Cayó la Cocha. Otra de esas que ronroneaban. Ha tenido que
ser en este verano extraño, algo desmadejado y arrastrado por una temporada
inconsistente. Un verano huérfano de salidas. Se ofreció de nuevo Luis I a
guiarnos y a fe que el perfil de lo pretendido no era sencillo. No mucho
desnivel, aunque sí en poco trayecto. Como no era cuestión de arriesgar con el
calor, a eso de las 6.30 ya estábamos en la plaza para ir a Paracuellos y
buscar la salida.
Camino del pueblo ya se ve al fondo el destino, envuelto en
una bruma extraña para las fechas, y que cierra un cielo algo amenazador,
aunque el pronóstico no era de lluvias. Son bravos los montes que encajonan el
Jalón, ese que nos roban, en esta zona. Dejado el coche en la parte alta del
pueblo, junto a depósito de agua, comenzamos a andar camino de Embid para ir
haciendo piernas. Este primer tramo es tranquilo y llano. Sin dificultad. Ya
cuando divisamos Embid de la Ribera, y a la altura de una placa que aconseja no
molestar entre diciembre y principios de Julio a los habitantes de estos
cortados, tomamos una senda a la izquierda. Es difícil reconocer senda alguna
en un monte de hierba hasta los topes. Con el GPS y la memoria de Luis I vamos
orientándonos, aunque algunos mojones van dándonos pistas… falsas ya que nos
conducen a los cortados. Con Embid siempre al fondo, y una preciosa panorámica
del Jalón, retomamos poco a poco la senda original. En esta zona, ya sentimos
el malestar de los mosquitos. Y eso que nos habíamos rociado de repelente. Ni
por esas. Es complejo, andar, respirar, hablar y evitar el aporte proteico
alado al mismo tiempo. Así que nos concentramos en subir.
Son al final cerca de 50 minutos, con paradas oportunas, de
subida hasta la cresta. Duros y exigentes, sobre todo por cómo está el monte este
año. Para entonces, la neblina se había agarrado en esa zona y resultaba
complejo ver nada. Bastante teníamos con seguir evitando mosquitos y seguir una
no-senda, con hierba mojada que nos llegaba a la cintura (corríjase según talla
del senderista). Afortunadamente, camino del vértice geodésico se despeja algo,
y podemos divisar la parte de Calatayud, eso sí, mucho menos espectacular que
la otra.
No habían pasado dos horas, cuando llegamos arriba, hicimos
las fotos de rigor y retomamos la bajada. Que no iba a ser fácil. Buscar la
senda fue complejo con tanta hierba. Más complejo fue seguirla, con tanta
hierba, tanta zarza y sobre todo, tantos mosquitos. Oleadas. Hubo una zona
especialmente compleja, antes de enlazar con el camino, donde a base de bastonazos
mal que bien, se pudo abrir camino.
La parte final, ya más tranquila nos conduce de nuevo a
Paracuellos, para rematar una caminata de algo más de 11 km que, paradas
incluidas, hemos hecho en poco más de tres horas. Y luego… Albergue, tortilla
con boquerones, olivitas y cerveza.
Y ya está. La Cocha conseguida. Promesa de Luis I: nunca
volveré en verano. Y eso que no ha hecho casi calor y a las 11 h ya estábamos
cerveza en mano.
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