sábado, 23 de junio de 2012

Sendantonio 2012

Un año más, nuestros compañeros de Nigúella nos invitaron a su peculiar celebración de la festividad de San Antonio. Santo otrora venerado y festejado pero durante muchos años dejado en el olvido en pos de los titulares: San Vicente y San Lorenzo.
Es el segundo año que se revive la fiesta y de nuevo uno de los actos principales del día fue una andada por los alrededores del pueblo. Un paseo matutino de unos 10km, casi un aperitivo para los que están acostumbrados a andar pero un paseo largo para los que no.
Como la ruta no nos llevaría más de dos horas y media, decidimos apurar el sueño y quedamos citados a las 9 de la mañana en la plaza. Allí, con otros amigos de la localidad, los Cenefos: Juanjo, Ana, Carlos, un "resucitado" Manuel Ángel y Miguel; ultimaban los preparativos antes de la salida.
Con puntualidad británica, el nutrido grupo salía presto por las calles de la localidad para afrontar el único tramo dificultoso de la jornada. Una subida casi monte a través por un sendero frecuentado por ganados ovinos nos conduce rápidamente a una zona de mayor altitud desde donde las vistas del Moncayo son espectaculares.
Con eso de estar pateando caminos de ovejas, algún cenefo se cebo con el famoso dicho: "Las Ovejas no hacen cimbeladas" (ver crónica cenefa de la salida por Belchite).
Ahora si, en un monte a través completo, alcanzamos el camino que nos conduce al balsete, pero justo antes de alcanzarlo, otro monte a través nos mete de lleno en la zona denominada "Pizaiza".
Tomamos aquí un barranco que muy encañonado desciende rápidamente hasta la carretera, este es el barranco de La Iglesia. Un barranco al más típico estilo farwest sustituyendo los cactus por retamas, romeros y aliagas.
Final de un barranco y comienzo de otro, hoy hacemos barranquismo. Descendemos ahora el barranco de Ricla, que va hacia Arándiga, que contradicción. A la izquierda y encaramados en la peña Nigúella, unos sorprendidos buitres observan estupefactos la inusual procesión que cruza a toda velocidad por estos lares.
El barranco nos conduce a un puente carretero el cual cruzamos para alcanzar la ribera del rio Isuela, el cual vadeamos por una zona seca próxima a un añejo azud de derivación.
Ya en la margen derecha del Isuela, un suave y agradecido camino nos guia entre huertas y frutales, y de estos últimos algunos dan buena cuenta. Las encarnadas cerezas y los maduros domasquinos hacen picar a más de uno, y a estas horas saben de rechupete.
Poco más antes de llegar al parque del molino de Nigúella el refrescón que la fuente del lavadero que nos regala el frescor de las higueras con las que vive hermanada.
Llegada al parque y finalizado el breve chicken out comienza el copioso chicken in. Las brasas dan buena cuenta de numerosas piezas de paceta y longaniza que pedían piedad antes de ser engullidas por los agotados anadarines.
Por otro lado el calor suplió la falta de kilómetros en cuanto a lo que a sed se refiere y cantidades importantes de cerveza se deslizaban por las secas gargantas del personal.
Como si de un ejercito perfectamente disciplinado se tratase, mientras unos preparaban la música, otros preparaban un rancho y uno terceros dos paellas espectaculares. Todo para dar gusto a más de 80 comensales que allí se reunieron para celebrar a su manera la festividad de San Antonio. Algunos cenefos, como no puede ser de otra manera, les acompañamos y disfrutamos con ellos de este magnífico día con tan buen gusto preparado.
Finalizada la comida, todos a bailar y a disfrutar de las gracias de uno y de otro, en especial la ceremonia de boda que el "Padre Guancho" ofició con solemne tono de voz y discurso. Amén.
La fiesta continuó en la plaza del pueblo, según me contaron, hasta las seis de la mañana o así, apurando la disco-móvil que con esfuerzo han ido montando para el disfrute de todos
Gracias a nuestros amigos de Nigüella por la invitación y os animamos a que sigáis celebrando este tipo de actos haciendo gala de hospitalidad y generosidad sin par, vamos que nos apuntamos para el año que viene.

1 comentario:

  1. no pude asistir, pero de todos modos: Gracias Nigüella. Sois estupendos.

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