lunes, 25 de abril de 2011

Huesca_V2.1

Y cierto es que Víctor Fernández, no paró hasta que no logró fotografiarse con las huestes cenefas...
y acá dejamos la muestra de su deseo cumplido...
Todo esto sucedió, media hora antes que nuestro presidente Luis, nos dejara en las inmediaciones de su casa para que Fernando y yo, continuáramos camino para Huesca.
Si bien las sensaciones eran tan buenas como el año anterior, supimos desde un principio que nuestro estado de forma nos iba a ayudar a bajar la marca del año pasado de las 15horas y 20 minutos. Para ello, optamos por envaselinarnos los pies bien, y cambiarnos de calcetines en Zuera y Almudévar.
Y a buen paso abandonamos Zaragoza, para plantarnos en San Juan de Monzarrifar, recorriendo los primeros 8 km en apenas 1h10'. Allí dimos cuenta de una buena dosis de hidratos de carbono en forma de macarrones con atún, de los que Fernando, decide ni probarlos y meter prisa para apenas detenernos y continuar marcha.
A la salida, se nos incorporaría Javier, que hasta Huesca se convertiría en nuestro compañero de andada.
La noche estaba iluminada por la casi primera luna llena de la primavera (anunciadora de la Semana Santa), aunque se hacían necesarios los frontales sobre todo en los interminables kilómetros de pista.
Entre palabra y palabra, llegábamos a San Mateo de Gállego, una hora después con una media por encima de los 7km/h. Allí decidimos pasar por alto chocolate calentito, aunque dimos buena cuenta de los bizcochos que lo acompañaban.
Camino de Zuera, por una pista paralela a la carretera, seguimos con las buenas sensaciones y un ritmo excelente, alcanzando el polideportivo de Zuera. Eran las 2 y 10 de la madrugada, y habíamos recorrido los primeros 27km. Allí en Zuera, estaban las mochilas que habían recogido en la plaza del Pilar, y aprovechamos para revisar neumaticos, a base de vaselina y calcetines nuevos. A base de cacahuetes, plátanos y agua  nos avituallamos y decidimos emprender la marcha, con menos de 10 minutos de parada.
El tramo que nos llevaría hasta San Jorge, se hace sin duda el más pesado, los silencios duran más tiempo y el paisaje apenas ayuda a la distracción.
En San Jorge (48,5 km 7h36'), nos entregan en el primero de los controles el dorsal. 19 para Fernando y el 21 para mi, lo que anunciaba que apenas una veintena de andarines y corredores habían llegado allí antes que nosotros. La Cabañera Real de Lupiñén, nos conduciría a Almudévar. Era todavía de noche, y aunque los kilométros comenzaban a pesar, seguíamos animados y a buen ritmo. Almudevar, (km 57, 9h26') nos recibió con bocadillo de panceta y migas, en su campo de fútbol.  Segundo cuidado de pies, y otra vez en marcha, ya para encarar los ultimos 20 kilometros.
El camino por la Cabañera Real de Huesca, que el año pasado se convirtió en un suplicio por las ampollas, este año y ayudados por esas buenas sensaciones se convierte en un paseo, donde se incorporó Eloy, viejo compañero de andadas populares.
Huesca y su ermita de San Jorge, nos recibe tras 12 horas y 36 minutos de andada, con la enorme satisfacción de haber concluido nuestra segunda Jorgeada.
Foto, duchita de rigor, recogida de camiseta y media docena de cañas, para hacer tiempo hasta la comida. Allí nos reencontramos con los "manolos", que como no han llegado primeros, apenas una hora antes. El menú paella, ensalada y dalky.
Después a la una de la tarde, cogimos el primer autocar. para llegar a Zaragoza, una hora después. El "run-run" de la Calcenada de los 104km, ya planea como siguiente reto cenefo...

2 comentarios:

  1. Ya os di la enhorabuena, pero que quede patente públicamente. Perfecto, chavales. En la de 104 km, si no hay vacaciones, algo os acompañaré.

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  2. Gracias Luis, esperamos tu compañía.

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