domingo, 3 de abril de 2011

BOINAS NEGRAS


Circula una leyenda en el pueblo de nuestros orígenes que habla de un grupo especializado de la PC. Son un grupo AAA de élite (elite para los puristas). Hay quien los definió como los “boinas negras” del monte.

Teníamos cita e invitación de nuestros hermanos de la PC para el sábado 2 de abril con el simple objetivo de cubrir de huellas el hermoso camino de Morata a Cosuenda, y rematar la jornada con una buena comida, como viene haciendo la Peña Ciclista desde hace años. Al final, solo Juancho y Luis nos apuntamos al evento. La cita era a las 7 h de la mañana, aunque acudimos a Morata el día anterior para concentrarnos. Quizás la concentración se alargó más de lo debido (tanto en tiempo como en cervezas), pero estuvimos a las 7h en la plaza, y allí con el equipo A3, tiramos para adelante.

El ritmo, ni que decir tiene, era alto pero aguantable, camino de Mularroya. Allí Juan Carlos y Juancho comienzan a tirar monte arriba como desesperados y alguno ya nos empezamos a temer que la leyenda es algo más que tal. Poco a poco, todos los demás van sumándose al ritmo salvo el cronista, concentrado en exclusiva en su acelerada respiración. Con todo, no perder de vista al vigoréxico y los boinas negras (o al revés) ya fue un éxito. No hubo mucho tiempo para recuperar arriba, pero al menos disfrutamos de la belleza de ese monte que nos están desgajando de árboles y rompiendo a cicatrices y estupidez. Con el aroma del romero, tiramos para abajo camino de la Sardilla.

Paco, con su GPS de serie, nos demuestra cómo atajar con la técnica a cuchillo y recuperar camino y ventaja. Superada la zona de la Sardilla, nos encaminamos al Pico del Águila y la zona de las minas. Un precioso paraje de carrascas por el que hay que hacer camino paso a paso. Juan Carlos tiene algunas molestias y el cronista tiene el resto, con lo que nos quedamos en retaguardia del grupo. Lo bueno que tiene esforzarse más que los demás para hacer lo mismo, es que aprecias mejor los momentos de descanso. Así que al llegar arriba y ver el panorama (bota y viandas) se nos abrió el alma. El almuerzo, estupendo; y el vino mejor. Fue aquí, donde comenzamos a pensar en cómo le iba al otro grupo que salía desde Alpartir. Entre la llamada de Luis I (para azuzar el avispero) y las ganas de marcha de Paco, se tocó a rebato y salimos hacia el Valle del Amor como desesperados. 31 minutos, los primeros. El último (ya adivinarán) algo más y con la certidumbre de que la leyenda algo de cierta tiene.

La subida por el Valle del Amor, con la primavera explotando, fue realmente preciosa y eso que esta zona fue la que peor llevó el cronista, con el resuello justo para seguir a Juan Carlos y sus rozaduras. La última parada fue en la fuente que precede a la senda del collado del Tío Francisco, donde nos inmortalizó Chema jugándose la cámara. Agua fresca y algo de aire, antes de tirar para arriba. En breve se llega a la senda que arranca a la derecha del camino y que transcurre entre carrascas. Buena senda, que cada cual sube a su ritmo, y que nos lleva al último puntal del día, en una pequeña explanada (para que conste el podio: Kikín, Chema y Miguel). Descendemos hacía el Raso de la Cruz, cada uno a su aire. Sobre todo Paco, que de nuevo da muestras de su técnica a cuchillo, y se va por libre. Los demás, por grupos, disfrutamos de la hermosa serranía de Algairén que dejamos a la derecha. En el área recreativa encontramos a Chema, con el que apalabramos la próxima bloguerada. Allí, Juan Carlos recibe la llamada de Paco que no termina de encontrar el camino, aunque nos anima a seguir. Así lo hicimos y en poco llegamos a Cosuenda, donde nos espera lo mejor del día.

En la bodega de Silverio se reúnen por fin los dos grupos. Tras unas cervecitas de tanteo con algo de picoteo, pronto comienza el Zamburiña Team a animar la fiesta. El cocinero mayor, Luis I, se viene arriba con sus carabineros a la sal gorda. Deliciosos, como también el vino de Cosuenda con que regamos el asunto. Para rematar, una pequeña bacanal de carne de auténtico lujo. Supremo. Entre tanto, alguna jotas (hay cantera con Rosa), algunos chistes (ya dudamos si Chema sube mejor que interpreta o al revés), buen humor y excelente ambiente. Cuando la tarde comienza a languidecer, la última cerveza en el Casino y dejamos Cosuenda y a los últimos boinas negras cantando jotas (al menos a Paco, que resuena en la plaza).

Al final la leyenda puede que sea cierta. Como no lo es menos que son muy buena gente estos de la Peña Ciclista. Muchas gracias a todos por dejarnos disfrutar y compartir con vosotros este excelente día. 
Datos técnicos: Salida #53 | Distancia 32,11km | Desnivel acumulado 1.406m | Tiempo efectivo 5h32' | vel efectiva 5,8km/h | Tiempo total 7h07'

3 comentarios:

  1. No voy a decir nada pues la envidia me ciega y me corroe.
    Bueno solamente una cosa: Luis, ¿Cómo puedes ni siquiera mentar los "carabineros a la sal gorda"? ¿Y esas fotos de esos bivalvos? Tu y yo tenemos que hablar en privado ... (¡¡¡@#/=¿*+&!!!!)

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  2. preciosa ruta, yo no estaba lejos, comparti camino con los de la peña ciclista, a la altura de la casa la viuda, pase de Tobed al valle del amor por una par de senderos, muy recomendables, di recuerdos para todos espero que os hallan llegado.
    un saludo

    PD: ya huele a rancho jajajaja

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  3. Me siento orgulloso de ser hijo de atajos...

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