domingo, 24 de enero de 2010

Riglos... Al fin

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más fotos... Tiempo efectivo: 3 horas 36 minutos
Tiempo total: 4 horas 24 minutos
Teníamos una deuda pendiente con esos mallos que nos anuncian que el Pirineo está cerca y esta es tierra de montañeros. Hubo amagos abortados a veces por la pereza, a veces por la lluvia. Incluso dudábamos hoy con esa amenaza de lluvia que se cernía sobre la zona. Pero con todo, quedamos para salir a las siete en el coche de Miguel Ángel, Juancho, Fernando y Luis.
Con muchas nubes, pero buena temperatura llegamos a Riglos cuando comenzaba la luz del día (escasica). Apañados comenzamos a andar a las 8.30 aproximadamente. Hay un cruce inicial en el que se puede optar por rodear los mallos (camino del cielo), si bien la ruta es corta. Juancho nos trazó una más larga que nos supone bajar a buscar la orilla del Gallego. Compañeros del lujo, el Gallego y la vía del canfranero, vamos a buscar el salto hidroeléctrico de Carcavilla. El paisaje es precioso con el Gallego encajonado abajo, rodeado de verdadero monte, adornado todo de una fina lluvia que no molesta. Si acaso le da cierto encanto al paseo. Los senderos son algo exigentes, pero llevables.
Pasado el salto hidroeléctrico tomamos camino del embalse de la Peña, tirando para arriba. Dejamos ya atrás los apeaderos que Fernando duda para retiro esperitual. En poco nos presentamos en el embalse, que casi rebosa. El embalse precioso con Santa María de la Peña al fondo y Triste a la derecha. Tras unas fotos y un pequeño descanso, acompañamos el embalse camino arriba hasta un cruce en el que tomamos un camino a la derecha (está marcado por un poste). No estaba en el plan inicial pero el final es el mismo, todo vale. Al poco, descansamos para el reglamentario chicken-in con bota cenefa.
Continuada la cuesta llegamos al barranco de Forcallo (dudas cómo hubiéramos llegado al barranco por el otro camino). Una bonita zona, que tomada hacia arriba nos ha de llevar finalmente a Riglos. Llegamos a la casa de les Escaletes, punto donde se acaba la tranquilidad. Vemos los montes delante que tenemos que afrontar. Sabemos que detrás está Riglos y alla vamos. Cuesta dura por caminos y senderos que se atranganta a Miguel Ángel. Cerca de la cima, una preciosa y frondosa senda con continuos manantiales que se termina abriendo a una zona quemada que le da un cierto aspecto lunar al entorno. Posiblemente un pequeño incendio provocado por un rayo, que afortunadamente se extendió lo justo.Visto esto llegamos a lo alto, para ver a la izquierda alguno de los típicos mallos. Hace ya mucho que el camino es un continuo sendero muy erosionado por el agua.
El descenso final es duro y rápido para llegar al pueblo. Buscamos rápido la cervecita que encontramos en el albergue. Tres rapiditas y para casa a eso de las 13 h. Conversaciones sobre gatos y frase del día que dejamos dicha: igualico que Juanito, sobre todo cuando se da la vuelta. Pues eso, véase Riglos.
Parada en la panadería de Ayerbe y en poco en Zaragoza.
Hermosa excursión para no perderse.
www.cenefos.es

2 comentarios:

  1. Bonita excursión y buen pechugazo de subida. Esa ruta no la conocíamos nosotros, así que es una buena excusa para volver por allí, además ahora ya nos hemos hechao GPS.

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  2. No se mira, se sube, el servicio de la cerveza bien eh?

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